Faringitis

Actualización al 2023

La faringitis es una inflamación de la garganta que se puede manifestar con molestias o dolor y que empeora al tragar saliva o comer. Las causas son múltiples, pero las más frecuentes son las infecciones virales que vienen junto a otras molestias, como malestar general, fiebre, congestión nasal y rinorrea.

Síntomas

La faringitis suele manifestarse con los siguientes síntomas:

Dolor de garganta
Molestia que empeora al tragar saliva o comer alimentos
Garganta seca
Dolor e inflamación de los ganglios del cuello
Puede acompañarse de fiebre, dolor de cabeza y/o dolor muscular
A veces se acompaña de tos seca

Causas

La mayoría de las faringitis virales se curan por sí solas en un plazo de una semana. Sin embargo, existen otras de origen bacteriano que generalmente provocan síntomas más intensos y que requieren el uso de antibióticos. Además, existen causas no infecciosas que generan inflamación en la faringe, como el reflujo gastroesofágico.

Los pacientes que están cursando una crisis de alergia intensa o una rinosinusitis aguda, también pueden presentar dolor de garganta, que se produce principalmente al respirar por la boca o tener la nariz tapada.

Los factores de riesgo son:

Las personas que tienen mayor riesgo de presentar una faringitis son aquellas que están más expuestas a virus respiratorios, como, por ejemplo, las que trabajan en salas cunas, jardines infantiles o en lugares hospitalarios. Aquellos que tienen reflujo gastroesofágico o acidez también tienen más riesgo de presentar episodios de faringitis, por tener un irritante permanente en la garganta, así como también los que son fumadores.

Tratamientos

El diagnóstico es clínico y se hace una evaluación de la garganta para ver si está enrojecida, irritada o tiene otros signos de infección. En caso de existir dudas de que la causa sea bacteriana, se pueden realizar test específicos.

El tratamiento se basa en mucha hidratación, ya que el agua permite mantener húmeda la garganta y eso ayuda a disminuir el dolor, junto con paracetamol y otros antiinflamatorios. El uso de antibióticos se reserva exclusivamente para los casos en que se sospecha que la faringitis es de origen bacteriano.