Amigdalitis

Actualización al 2024

La amigdalitis es la inflamación de las amígdalas, las cuales son dos masas de tejido en la parte superior de la garganta. Estas pertenecen al sistema inmunológico, y ayudan a prevenir infecciones.

Las amígdalas cumplen un rol importante en el sistema inmunitario, ya que funcionan como barrera para los virus y bacterias que ingresan por la boca. Debido a esto son muy vulnerables a sufrir una infección viral o bacteriana.

Nuestros otorrinolaringólogos son especialistas en el tratamiento de amigdalitis y otras enfermedades que involucren oído, nariz, boca y laringe. También tienen amplia experiencia en cirugía de amígdalas.

Asimismo, los pediatras expertos en enfermedades respiratorias también diagnostican y abordan con tratamiento médico patologías del sistema respiratorio, como amigdalitis, rinofaringitis, asma, bronquitis, neumonía, entre otras.

¿Qué puede causar amigdalitis?

La principal causa de esta inflamación son los virus y las bacterias, sin embargo, también puede originarse por otras causas:

Viral: es la más frecuente, ya que virus como el rinovirus, el Epstein-Barr o el de la gripe son sus principales causantes.
Bacteriana: la bacteria más común es la Streptococcus pyogenes.
Irritación y alergias: la exposición a sustancias químicas irritantes o al humo del tabaco, además de alergias, contribuyen a la inflamación de las amígdalas.
Contacto directo: si bien la amigdalitis como tal no es contagiosa, sí lo son los virus y bacterias que la provocan, por lo que el contacto directo con saliva o secreciones infectadas, potencia las probabilidades de sufrir una infección.

¿Cuáles son los factores de riesgo para la amigdalitis?

Existen varios y diversos factores de riesgo que aumentan las probabilidades de sufrir amigdalitis, tales como:

Contacto directo: relacionarse directamente con una persona infectada aumenta el riesgo. Compartir artículos personales como toallas de baño, almohadas o cepillos de dientes también influye.
Edad: niños y adolescentes de entre 5 y 15 años son más vulnerables a la inflamación de amígdalas.
Tabaquismo: las personas que fuman están constantemente expuestos a sufrir amigdalitis, debido a que el humo del tabaco irrita las amígdalas.
Alergias: las personas que sufren alergias normalmente sufren de irritación crónica de sus vías respiratorias, por lo que son más propensas a esta enfermedad.
Frío e invierno: en esta estación del año los virus respiratorios son muy comunes, al igual que el encierro, lo que aumenta el riesgo de contagiarse de virus que pueden provocar amigdalitis.

¿Cuáles son los síntomas más habituales?

Los síntomas de amigdalitis más comunes son:

Amígdalas inflamadas y rojizas
Dolor o dificultad al tragar alimentos y/o saliva
Dolor de garganta
Presencia de color blanco o amarillo en las amígdalas
Mal aliento
Voz más ronca de lo normal
Ganglios inflamados

¿Es posible prevenir la amigdalitis?

Al tratarse de una infección, sí existen maneras de prevenirla, pero se deben tener en cuenta las siguientes medidas.

Contacto directo: evitar el contacto directo con objetos o personas que sufran alguna infección viral o bacteriana.
No fumar: el humo del cigarrillo irrita las amígdalas, por lo que no fumar es una manera de prevenir la amigdalitis.
Higiene: las manos están en constante contacto con superficies y objetos que contienen gérmenes, por lo que lavarse las manos correctamente ayuda a no sufrir una infección.

¿Cómo se diagnostica la amigdalitis?

El médico hará un examen físico al paciente, donde revisará el estado y color de las amígdalas y palpará el cuello para verificar si los ganglios linfáticos están inflamados.

En algunos casos, el profesional puede solicitar exámenes de laboratorio para verificar y diagnosticar la naturaleza de la infección.

¿Cómo se trata la amigdalitis?

El tratamiento para amigdalitis depende de su origen. Así, si se trata de amigdalitis viral, el proceso de recuperación se centra en:

Reposo
Beber abundante agua para mantener húmeda la garganta
Evitar la exposición al humo de cigarro y otras sustancias que puedan irritar la garganta

Mientras que, para la amigdalitis causada por bacterias, además de lo antes mencionado, el médico recetará antibióticos.

En casos de amigdalitis crónica o de una infección bacteriana que no sea solucionada con antibióticos, se puede optar por extirpar las amígdalas, proceso llamado amigdalectomía.

La amigdalitis es una enfermedad muy frecuente en niños cuando se vuelven recurrentes o presentan complicaciones, es necesario recurrir a una cirugía para extirpar las amígdalas. Debido a su frecuencia, son muchos los pacientes pediátricos del sistema de salud público que esperan por ser operados.

Para ayudar a reducir esta lista de espera, gracias a la Fundación UANDES y Fundación CARENO, hemos podido realizar cirugías gratuitas a pacientes de Santiago y regiones.

Catalina es una de las pacientes que se ha operado en nuestra Clínica gracias al Programa de Cirugías Gratuitas. Su mamá, Rosa, cuenta que desde que era pequeña, tuvo dificultades por las amigdalitis recurrentes: “Desde siempre ha tenido muchas amigdalitis y ha debido tomar antibióticos fuertes. El año pasado hizo una neumonía. Yo feliz de esta oportunidad para operarla, porque al final ella no podía hacer educación física y otras cosas, en invierno pasa enferma y si se baña en la piscina se enferma. Al final nunca hace una vida normal”.

¿En qué consiste la cirugía de extirpación de amígdalas?

La amigdalectomía es el procedimiento quirúrgico mediante el cual se extirpan las amígdalas. Es realizado por un otorrinolaringólogo en pacientes que presentan amigdalitis crónicas o recurrentes.

Este procedimiento se lleva a cabo con anestesia general, suele ser ambulatorio y dura, aproximadamente, una hora. Las amígdalas se extraen disecándolas con técnica fría o caliente, y se cauterizan los vasos sanguíneos que las irrigan para evitar sangrados.

¿Qué esperar de la recuperación?

Si la infección es causada por un virus, el tratamiento está basado en el reposo del paciente y no se suministran antibióticos, por lo que los síntomas desaparecen por sí solos en un lapso de siete a diez días.

Para la amigdalitis bacteriana, en tanto, se espera que, una vez empezado el tratamiento con los antibióticos, los síntomas disminuyan. Sin embargo, se recomienda seguir con las indicaciones médicas, incluso cuando el paciente ya no presenta señales de infección.

En cuanto a la recuperación de la cirugía, esta es ambulatoria, es decir, que el paciente puede volver a su casa el mismo día, a menos que se sufran contratiempos o el paciente sea muy pequeño. En 14 días la recuperación estaría completa.

¿Dónde lo tratamos?

Otorrinolaringología

Esta especialidad es la encargada de la prevención, diagnóstico y tratamiento médico y/o quirúrgico de enfermedades que involucren oído, nariz, boca y laringe. También está relacionado con alergias nasales, tanto en adultos como en niños.

En nuestra Clínica contamos con un equipo multidisciplinario en el campo de la Otorrinolaringología, además de equipamiento médico de tecnología punta. También cuenta con acceso a información en línea del paciente, facilitando el trabajo. De la misma manera contamos con un Centro de Oído, el cual ve todo lo relacionado con este órgano.

Enfermedades Respiratorias Pediátricas

Especialidad que se dedica a tratar las enfermedades del sistema respiratorio tanto en niños como en jóvenes. Las enfermedades respiratorias son la causa más frecuente de consulta médica de niños pequeños, aumentando significativamente en los meses de invierno.

El pediatra broncopulmonar diagnostica y trata enfermedades como: influenza, amigdalitis, rinofaringitis, asma, bronquitis, neumonía, otitis y tuberculosis pulmonar.