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Melanoma

Actualización al 2020

El melanoma es un tipo de cáncer de piel que se origina en los melanocitos, las células que producen melanina (el pigmento que da color a la piel).

Aunque es menos común que otros cánceres de piel, es el más agresivo y puede diseminarse rápidamente a otras partes del cuerpo.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Globocan, en 2020 se registraron 325.000 nuevos casos de melanoma a nivel mundial. Chile tiene una incidencia baja en comparación con países desarrollados: se estima entre 2,4 a 3 casos por cada 100.000 habitantes.

 

El equipo de Cirugía Oncológica de la Piel de Clínica Universidad de los Andes se preocupa de tratar todos aquellos tumores que pueden crecer en la piel. El manejo de estos tumores es abordado por un equipo multidisciplinario, integrado por cirujanos oncólogos, dermatólogos, cirujanos plásticos, oncólogos médicos y radiooncólogos. En Clínica Universidad de los Andes contamos además con un comité oncológico que nos permite planificar tratamientos a la medida de cada paciente.

¿Qué puede causar un melanoma?

El melanoma se produce por daños en el ADN de los melanocitos, generalmente a causa de la exposición excesiva a la radiación ultravioleta (UV), proveniente del sol o de camas solares.

Estos daños pueden desencadenar el crecimiento descontrolado de las células, formando un tumor maligno.

El tumor puede adquirir la capacidad de invadir no solo la piel, sino que los ganglios linfáticos, ocasionar metástasis o extensión del cáncer a otras partes del cuerpo y, eventualmente, causar la muerte.

¿Cuáles son los factores de riesgo del melanoma?

Los principales factores de riesgo son:

  • Exposición intensa al sol, especialmente con quemaduras solares.
  • Uso de camas solares (solárium).
  • Piel clara, ojos claros y cabello rubio o pelirrojo.
  • Presencia de muchos lunares (nevus) o lunares atípicos (más de 25 lunares en el cuerpo).
  • Antecedentes familiares de melanoma.
  • Sistema inmunológico debilitado.
  • Edad: es más frecuente después de los 50 años, pero también puede aparecer en adultos jóvenes.

¿Cuáles son los síntomas más habituales?

Se utiliza la regla ABCDE para identificar signos de alarma:

  • Asimetría: lunares o manchas que, si los partimos por la mitad con una línea imaginaria, las dos mitades tienen formas distintas entre sí.
  • Bordes irregulares: cuando el borde de la mancha o lunar no es regular y se asemeja a los bordes de un país en el mapa, con múltiples irregularidades o líneas poco definidas.
  • Color variado: cuando una mancha o lunar tiene más de un color o tono de café.
  • Diámetro: son sospechosas las manchas o lunares que alcanzan un tamaño mayor a 6 mm.
  • Evolución: cuando se producen cambios con el tiempo y la mancha o lunar empieza a crecer, picar, cambiar de color o sangrar.

Si una persona nota algunos de estos cambios en la piel, sobre todo si tiene algunos de los factores de riesgo para melanoma, como piel clara, antecedentes familiares de cáncer de piel y antecedentes de exposición solar excesiva, se debe consultar tempranamente al dermatólogo.

¿Es posible prevenir un melanoma?

Sí, en gran medida:

  • Evitar la exposición prolongada al sol, especialmente entre las 10:00 y las 16:00 h.
  • Usar protector solar de amplio espectro (FPS 30 o más) todos los días.
  • Protegerse con ropa, sombrero y anteojos de sol.
  • No usar camas solares.
  • Revisar la piel regularmente y consultar ante cualquier lesión sospechosa.
  • Realizarse controles dermatológicos periódicos, especialmente en personas con factores de riesgo.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de melanoma comienza generalmente con un examen físico de la piel, realizado por un dermatólogo. El especialista observa cualquier lunar, mancha o lesión sospechosa que haya cambiado de forma, tamaño, color o que presente síntomas como picazón, sangrado o inflamación.

Para evaluar en detalle estas lesiones, se utiliza un instrumento llamado dermatoscopio, que permite ver estructuras de la piel no visibles a simple vista y ayuda a distinguir entre lesiones benignas y malignas.

Si la lesión resulta sospechosa, el paso siguiente es realizar una biopsia, que consiste en extraer una pequeña muestra de tejido para analizarla en el laboratorio. Este análisis confirma si se trata de un melanoma y permite identificar sus características específicas.

En casos donde ya se sospecha de una enfermedad más avanzada, pueden ser necesarios otros exámenes, como ecografía, tomografía, resonancia magnética o incluso una biopsia de ganglio centinela, para determinar si el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo.

Un diagnóstico precoz es fundamental, ya que el melanoma en etapas iniciales tiene altas tasas de curación.

¿Cómo se trata?

El tratamiento varía según el estadio del melanoma:

Biopsias de lesiones sospechosas: en este procedimiento, se reseca un segmento o la totalidad de la lesión sospechosa y se envía a anatomía patológica para que se realice un estudio histológico o “biopsia”. Generalmente se sutura (“ponen puntos”) para cerrar el defecto que deja la extracción. La gran mayoría de las veces se realiza en una sala de procedimientos y con anestesia local.

Resección oncológica de melanoma: es un procedimiento quirúrgico mediante el cual se extrae el melanoma, o la cicatriz donde estaba el melanoma, con un margen de, al menos, uno a dos cm de piel sana. Con este procedimiento se busca lograr la menor probabilidad de que el melanoma vuelva a crecer en ese lugar, lo que se denomina recurrencia local. Se realiza en pabellón, y puede ser bajo la modalidad de anestesia general o local, dependiendo de la extensión o localización del tejido a extraer.

Cirugía del ganglio centinela: es una técnica quirúrgica que por lo general se realiza en conjunto con la resección oncológica del melanoma, y permite identificar si el tumor de la piel avanzó a los ganglios linfáticos, principalmente aquellos ubicados en el cuello, axilas o zona inguinal. Es una técnica moderna en la que nuestros cirujanos tienen amplia experiencia.

¿Dónde lo tratamos?

El equipo de Cirugía Oncológica de la Piel de Clínica Universidad de los Andes se preocupa de tratar todos aquellos tumores que pueden crecer en la piel. El manejo de estos tumores es abordado por un equipo multidisciplinario, integrado por cirujanos oncólogos, dermatólogos, cirujanos plásticos, oncólogos médicos y radiooncólogos. En Clínica Universidad de los Andes contamos además con un comité oncológico que nos permite planificar tratamientos a la medida de cada paciente.

Equipo médico

Dr. Nicolás Droppelmann Muñoz

Cirugía General - Cirugía Cabeza y Cuello - Patología Mamaria

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Dr. Patricio Gac Espinoza

Cirugía Cabeza y Cuello

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Dra. Verónica Mariani Martin

Cirugía General - Cirugía Oncológica – Patología Mamaria – Cirugía de Cabeza y Cuello

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