Clínica Universidad de los Andes / Médicos y Especialidades / Diccionario Médico / Detalle Diccionario Médico

Cáncer de Piel no melanoma

Actualización al 2020

El cáncer de piel es un crecimiento anormal y descontrolado de las células de la piel.

Los principales tipos de cáncer de piel no melanoma son el carcinoma basocelular (o carcinoma de células basales) y el carcinoma espinocelular (o carcinoma de células escamosas).  

 

Dermatología es la especialidad se dedica al estudio, tratamiento y prevención de enfermedades de la piel, uñas, mucosas y cabello, entre ellas, el cáncer de piel.

En Clínica Universidad de los Andes, contamos con un moderno y efectivo tratamiento quirúrgico para este tipo de cáncer de piel no melanoma, llamado cirugía micrográfica de Mohs, el cual se basa en la extirpación de capas de piel de manera precisa y controlada, permitiendo a los médicos eliminar completamente el tumor, preservando la mayor cantidad de tejido sano posible.

¿En qué se diferencian ambos tipos de cáncer de piel no melanoma?

El carcinoma basocelular es el más común y tiende a crecer lentamente. Suele aparecer en las áreas expuestas al sol, como cara y cuello, y característicamente no posee la capacidad de generar compromiso a distancia (metástasis).

En cambio, el carcinoma espinocelular puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, pero también es más frecuente en las zonas más expuestas al sol. Puede crecer más rápidamente y puede presentar metástasis a los ganglios regionales en su evolución.

¿Qué puede causar cáncer de piel?

El cáncer a la piel ocurre por mutaciones en el ADN de las células de la piel, lo que provoca un crecimiento anormal y descontrolado de las estas. 

¿Cuáles son los factores de riesgo del cáncer de piel?

Algunos factores que contribuyen al cáncer de piel son:

  • Exposición a los rayos ultravioleta (UV): esta es la principal causa del cáncer de piel no melanoma, ya sean los rayos UV del sol o de fuentes artificiales como camas de bronceado. Los rayos UV dañan el ADN de las células de la piel, lo que puede conducir a mutaciones y, eventualmente, al desarrollo de cáncer.
  • Piel clara: las personas con piel clara, cabello rubio o pelirrojo, y ojos claros tienen un mayor riesgo, ya que tienen menos melanina, pigmento que proporciona cierta protección contra los rayos UV.
  • Edad avanzada: a medida que las personas envejecen, la exposición acumulada a los rayos UV a lo largo de la vida aumenta el riesgo de cáncer de piel.
  • Sistemas inmunológicos debilitados: las personas con sistemas inmunológicos comprometidos, ya sea por enfermedades o por medicamentos inmunosupresores (como los que se usan en trasplantes de órganos), tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel.
  • Antecedentes familiares de cáncer de piel: un historial familiar de cáncer de piel no melanoma puede aumentar el riesgo, ya que algunas personas heredan una predisposición genética a la enfermedad.
  • Quemaduras solares previas: las quemaduras solares, especialmente en la infancia o adolescencia, incrementan la probabilidad de desarrollar cáncer de piel en la adultez, principalmente el temido melanoma.

¿Cuáles son los síntomas más habituales?

El cáncer de piel se manifiesta en las zonas más expuestas al sol, como el rostro, los labios, el cuero cabelludo, las orejas, el cuello, los brazos, el pecho y las manos. Sin embargo, también puede formarse en zonas no expuestas, tales como las palmas de las manos, debajo de las uñas y en la zona genital.

Los principales signos o síntomas del cáncer de piel son: 

  • Bulto ceroso o perlado, indoloro.
  • Lesión plana, parecida a una cicatriz marrón o del color de la piel.
  • Úlcera con costras o sangrante que se cura y regresa.
  • Bulto rojo y firme, de crecimiento progresivo.
  • Lesión plana con una superficie escamosa y con costras.
  • Lunar que cambie de color, de tamaño o que sangre.

En general, cualquier lesión nueva de crecimiento progresivo, ya sea pigmentada o no, o una herida que no sane en el periodo normal, son signos de alarma que debieran alertar y motivar a consultar. 

¿Es posible prevenir un cáncer de piel?

Se puede prevenir el cáncer de piel tomando medidas para proteger la piel y reducir los factores de riesgo que son modificables. Estas medidas son:

  • Evitar la exposición solar durante las horas en que los rayos UV son más fuertes, es decir, entre las 10:00 y las 16:00 hrs.
  • Usar protector solar con factor mayor a 30, aplicándolo de manera generosa y reaplicando cada dos a tres horas, en las zonas expuestas.
  • Usar ropa protectora, incluyendo sombrero de ala ancha, anteojos de sol con protección UV y ropa de manga larga.
  • Evitar los solariums, ya que estos emiten rayos UV, y son un importante factor de riesgo asociado.
  • Realizar autoexámenes de manera periódica para identificar cualquier cambio en la piel, como nuevos crecimientos, cambios en lunares o heridas que no sanan.
  • Personas con historial familiar de cáncer de piel o factores de riesgo deben tener consultas regulares con un dermatólogo.
  • Proteger la piel de los niños para evitar quemaduras solares, ya que la exposición durante la infancia aumenta el riesgo de cáncer de piel durante la adultez.
  • Evitar la exposición a sustancias químicas peligrosas como el arsénico, que se ha asociado a un mayor riesgo de cáncer de piel.

¿Cómo se diagnostica?

Lo primero es acudir a un dermatólogo, quien realizará un examen visual detallado de la piel para identificar cualquier anomalía o lesión sospechosa.

En caso de encontrar una lesión sospechosa, se procederá a realizar una biopsia, que consiste en una toma de muestra del tejido de la zona afectada para analizarla bajo un microscopio e identificar células cancerosas.

La detección temprana es clave para un tratamiento efectivo, por lo que es recomendable realizar exámenes regulares de la piel y consultar a un dermatólogo ante cualquier cambio sospechoso.

¿Cómo se trata el cáncer de piel no melanoma?

Las opciones de tratamiento varían según las lesiones sean precancerosas, o ya cáncer propiamente tal, su tamaño, tipo, profundidad y ubicación.

  • Congelación: se pueden destruir las queratosis actínicas (lesiones precursoras de carcinoma espinocelular), mediante la congelación con nitrógeno líquido.
  • Cirugía tradicional: se realiza la extirpación del tumor mediante un losanjo, que incluye la lesión con un margen amplio (generalmente 4-5 mm), y se envía a estudio histopatológico (biopsia) para confirmar si la lesión fue removida totalmente. En caso de persistencia, generalmente se debe volver a intervenir.
  • Cirugía de Mohs: se realiza la extirpación de la lesión tumoral a través de la remoción de capas delgadas peritumorales, tratando de preservar la mayor cantidad de piel sana, que se van examinando en el mismo momento en el microscopio, hasta asegurar que no queden células tumorales y poder realizar el cierre del defecto quirúrgico con los mejores resultados funcionales y estéticos posibles.
  • Curetaje y electrodesecación: reservado para algunos casos particulares, en tumores no agresivos y pacientes que necesiten un procedimiento corto. Consiste en le extirpación del tumor, raspando con una cureta la masa tumoral y luego destruyendo el tumor residual mediante un electrobisturí.
  • Radioterapia: se utilizan haces de energía de gran potencia de rayos X para destruir las células tumorales, reservado para pacientes que tengan contraindicación de cirugía.
  • Quimioterapia: se utilizan medicamentos, principalmente cremas, pero existen también medicamentos inyectables, y en algunos casos, también orales, que pueden ayudar a eliminar o disminuir las células cancerosas. Pueden utilizarse para queratosis actínicas y carcinomas basocelulares superficiales.
  • Terapia fotodinámica: tratamiento en que se destruye el tumor mediante una combinación de luz diodo o solar y medicamentos que hacen que las células cancerosas sean sensibles a la luz.
  • Terapia biológica: se utiliza el sistema inmunitario del cuerpo para matar las células tumorales.

¿Dónde lo tratamos?

Estos son los servicios de nuestra Clínica que tratan este tipo de cáncer:

Dermatología

Esta especialidad se dedica al estudio, tratamiento y prevención de enfermedades de la piel, uñas, mucosas y cabello.

Oncología médica

Especialidad dedicada al diagnóstico, definición de la etapa y tratamiento médico del paciente con cáncer.

El manejo del paciente oncológico requiere un enfrentamiento multidisciplinario, en el que están involucrados otros especialistas en cáncer y profesionales de la salud, los que en su conjunto forman el equipo oncológico: cirujanos, radiólogos, radioterapeutas, infectólogos e inmunólogos.

Equipo médico

Dr. Andrés Figueroa Burdiles

Dermatología General - Cirugía Dermatológica - Cáncer de Piel

Ver perfil

Dr. Claudio Escanilla Figueroa

Dermatología Oncológica - Cirugía Dermatológica - Cáncer de Piel - Cirugía Micrográfica de Mohs - Tumores Benignos Cutáneos

Ver perfil

Dra. María del Pilar Bofill Genzsch

Dermatología General Adulto e Infantil - Cirugía Dermatológica

Ver perfil

Dra. Pilar de la Sotta Fernández

Dermatología General Adulto e Infantil - Cirugía Dermatológica

Ver perfil

Dra. Marianne Kolbach Rengifo

Dermatología

Ver perfil

Dr. Felipe Mardones Valdivieso

Dermatología General Adultos - Enfermedades Capilares Adulto y Pediátrico.

Ver perfil

Dra. María Constanza Ramírez Rondon

Dermatología General

Ver perfil

Dr. Fernando Valenzuela Ahumada

Dermatología Adulto - Psoriasis - Fototerapia

Ver perfil

Patologías o procedimientos relacionados

VER TODOS ver todos los glosarios

Comparte

icono whatsapp icono facebook icono twitter
Reserva de hora