Actualización al 2020
El hidrops endolinfático o Enfermedad de Meniere es un trastorno del oído interno que se caracteriza por síntomas auditivos fluctuantes como pérdida de audición o sensación de presión u oído tapado, y de un ruido en el oído (tinnitus), puede estar asociado antes, durante o después de un episodio de mareo o vértigo. En la mayoría de los casos, el síndrome de Meniere afecta un solo oído, pero puede llegar a ser bilateral en el 30-60% de los casos.
El oído interno está compuesto por conductos llenos de líquido, estos son los canales semicirculares (que se encargan del equilibrio), y la cóclea (encargada de la audición). Para que estas estructuras funcionen bien, el líquido debe estar a una presión adecuada, función ejercida por el saco endolinfático. Cuando se obstruye, dificulta la capacidad para filtrar y eliminar líquido del oído interno, generando alteraciones en la audición y/o el equilibrio. Lo anterior se denomina hidrops endolinfático.
Si bien puede ocurrir a cualquier edad, es más habitual entre los 40 y 60 años, afectando a 2 de cada mil personas.
El Centro de Oído de Clínica Universidad de los Andes cuenta con un equipo multidisciplinario de expertos y con la más moderna tecnología para el tratamiento y recuperación de todas las patologías que afectan a este órgano, como hipoacusia en sus diversos grados, otitis, vértigo y tinnitus, así como también casos más complejos, de pérdida de audición severas y profundas.
Las causas de esta patología son desconocidas, sin embargo, se evidencia un aumento de la presión del líquido del oído interno, llamado endolinfa, que se relaciona con la dificultad de la absorción del mismo. Este aumento de presión daña las células sensoriales.
En algunos casos, el hidrops endolinfático es secundario a un traumatismo craneal, infección del oído medio, sífilis, otosclerosis y trastornos metabólicos. Se asocia también a alergias, consumo de alcohol, enfermedades virales recientes, tabaquismo, estrés, uso de ciertos medicamentos y antecedentes familiares.
Algunas condiciones pueden derivar en mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad, como:
Entre los síntomas se incluyen los siguientes:
Los síntomas pueden presentarse diariamente o una vez al año, suelen ser de inicio brusco e ir empeorando con el tiempo.
Consumir una dieta baja en sal (sodio) ayuda a reducir la presión del líquido en el oído interno. Si bien no se puede prevenir la enfermedad, esto puede ayudar a controlar los síntomas.
Para diagnosticar la enfermedad, la persona debe haber sufrido, al menos, dos o más ataques de vértigo, con una duración de 20 minutos a 12 horas cada uno, además de tener pérdida auditiva comprobada con una evaluación auditiva.
Por medio de una audiometría, se puede evaluar si el paciente puede escuchar bien los sonidos en diferentes tonos y volúmenes.
El especialista también solicitará pruebas de funcionamiento del oído interno, tales como:
Paralelamente, el médico podrá solicitar pruebas de laboratorio o diagnóstico de imágenes para descartar otras afecciones.
No existe cura para la Enfermedad de Meniere. Sin embargo, se llevan a cabo algunos procedimientos para reducir la frecuencia de las crisis y su severidad. Al tener menos crisis, se logra una conservación de la audición. El tratamiento es sintomático y puede ayudar a reducir la intensidad y duración de los ataques de vértigo. Cuando la pérdida auditiva es permanente, no se puede revertir.
Realizar algunos cambios en el estilo de vida pueden ayudar a reducir la gravedad y la frecuencia de los episodios de vértigo, tales como una alimentación saludable y balanceada, limitar el consumo de sal, alcohol y cafeína, evitar el tabaquismo, ejercitarse frecuentemente y dormir lo suficiente. Los ejercicios de rehabilitación vestibular y la psicoterapia han demostrado ser útiles.
Tratamiento farmacológico: los diuréticos y la betahistina ayudan a disminuir la gravedad de un episodio y la recurrencia. Antivertiginosos como el difenidol reducen la sensación de mareo y ayudan a controlar las náuseas. También se utilizan los corticoides orales y/o transtimpánicos como alternativa terapéutica.
Los audífonos se indican para mejorar la audición del paciente cuando existe pérdida permanente.
Cirugía: es la opción cuando los episodios de vértigo son graves y los tratamientos anteriores no ayudan. Pueden realizarse:
Contamos con un equipo multidisciplinario de expertos enfocados en entregar un diagnóstico certero y con la más moderna tecnología para tratar a nuestros pacientes con síndrome de Meniere.
El Centro de Oído de Clínica Universidad de los Andes cuenta con un equipo multidisciplinario de expertos y con la más moderna tecnología para el tratamiento y recuperación de todas las patologías que afectan a este órgano, como hipoacusia en sus diversos grados, otitis, vértigo y tinitus, así como también casos más complejos, de pérdida de audición severas y profundas.
En el Centro de Oído se accede a tratamientos y tecnología de punta con equipos de última generación, como la cámara silente, que no solo permite realizar una evaluación auditiva clásica, sino también audiometrías de campo libre, de juego para niños y con ruido ambiente a través de múltiples micrófonos, junto con evaluación de audífonos e implantes auditivos. También se realizan evaluaciones vestibulares y del equilibrio como posturografía, video head impulse, video frenzel, etc.
Especialidad encargada de la prevención, diagnóstico y tratamiento médico y/o quirúrgico de las enfermedades que aquejan el oído, nariz, boca y laringe, así como de las alergias nasales, tanto en adultos como en niños.