Actualización al 2021
Una crisis de pánico corresponde a la aparición repentina de miedo o ansiedad intensa, de difícil control, que aparece de forma súbita y alcanza su máxima expresión en minutos. Durante esta, la persona puede experimentar una serie de síntomas físicos y psicológicos abrumadores que, muchas veces, la lleva a consultar pensando que está experimentando otras condiciones médicas graves.
Las crisis de pánico pueden ocurrir en el contexto de varias patologías psiquiátricas, siendo una de las principales (pero no exclusiva) el trastorno de pánico, en donde ocurren crisis de pánico espontáneamente recurrentes, la cuales son acompañadas de ansiedad anticipatoria (miedo a que pueda venir una nueva crisis en cualquier momento) y conductas de evitación (dejar de hacer cosas por miedo a tener nuevas crisis).
En Clínica Universidad de los Andes contamos con una completa Unidad de Psiquiatría, que aborda la creciente necesidad de atención en esta área y cuenta con atención de llamada disponible las 24 horas.
Trastornos de ansiedad, cuadros depresivos, trastornos alimentarios y variadas alteraciones conductuales, son tratadas por el equipo médico de psiquiatras, que son parte de equipos multidisciplinarios orientados a brindar una atención completa y personalizada a los pacientes.
Los síntomas de una crisis de pánico pueden variar de una persona a otra y pueden ser tanto físicos como emocionales. En general, suelen cumplirse cuatro o más de los siguientes:
Es importante tener en cuenta que no todas las personas experimentan todos estos síntomas durante una crisis de pánico, y los síntomas pueden variar en intensidad de una crisis a otra.
Respecto a las causas de las crisis de pánico, estas dependen de las patologías en la cuales ellas se encuentren presentes. Sin embargo, a modo general, podemos decir que surgen del interjuego entre factores de vulnerabilidad biológicos, psicológicos y sociales.
Existe evidencia de que la predisposición genética juega un papel en la susceptibilidad a los trastornos de ansiedad en general, lo que incluye las crisis de pánico. Mas que haya un solo gen relacionado a ellos, se ha visto la influencia de cientos de estos, sin embargo, todos presentan un efecto pequeño y, por lo tanto, es más bien la interacción de muchos de ellos los que otorgan un mayor o menor riesgo. Lo que sí está claro es que tener antecedentes de trastornos de ansiedad en familiares de primer grado otorga más riesgo.
Por otro lado, a nivel de neurotransmisión cerebral (es decir, la forma como se comunican las neuronas de circuitos claves a nivel cerebral), se ha visto que desregulación en sistemas relacionados con la serotonina, norepinefrina y GABA tendrían relación con una hiperactividad del sistema límbico (particularmente la amígdala, una región cerebral clave en el procesamiento del miedo, funcionando como un verdadero sistema de “alarma” frente a la amenaza) y una pobre capacidad de la corteza prefrontal para regular y controlar estas respuestas emocionales.
A nivel de factores psicológico-ambientales, las experiencias tempranas adversas aumentan el riesgo de desarrollo futuro de trastornos de ansiedad, lo que sumado a factores estresores posteriores tanto de tipo crónico como recurrentes, sensibilizan al sistema de respuesta al estrés.
El consumo de sustancias psicoactivas y estilos de vida no saludables influyen también en la aparición de sintomatología.
El diagnóstico de las crisis de pánico se realiza principalmente a través de una evaluación clínica realizada por un profesional de la salud mental, como un psiquiatra o psicólogo. El proceso de diagnóstico puede incluir los siguientes pasos:
El tratamiento de las crisis de pánico puede variar según las necesidades individuales de cada persona, pero generalmente incluye una combinación de terapia psicológica (psicoterapia) y, en algunos casos, medicación. Algunas de las estrategias más comunes son:
Es importante trabajar en colaboración con un profesional de la salud mental para desarrollar un plan de tratamiento individualizado que se adapte a las necesidades específicas de cada persona.
Entre las principales expectativas asociadas al tratamiento se mencionan:
Prevenir completamente las crisis de pánico puede ser difícil, especialmente porque pueden ser el resultado de una combinación de factores biológicos, genéticos, psicológicos y ambientales. Sin embargo, hay algunas estrategias que pueden ayudar a reducir el riesgo de experimentarlas y a manejar mejor los síntomas cuando ocurren:
La Unidad de Psiquiatría de Clínica Universidad de los Andes aborda trastornos de ansiedad, cuadros depresivos, alteraciones cognitivas, reacciones de estrés, adicciones, trastornos alimentarios, manifestaciones psicóticas y variadas alteraciones conductuales. Asimismo, cuenta con una unidad de internación con ocho habitaciones individuales para situaciones de mayor gravedad, evaluaciones diagnósticas complejas, aislamiento ambiental y estabilización de diversos cuadros clínicos.
Nuestros psiquiatras realizan interconsultas y se integran a equipos multidisciplinarios para otorgar una atención médica integral y personalizada.
Para poder brindar una atención rápida y eficiente a los problemas de salud mental, Clínica Universidad de los Andes cuenta con un servicio de Psiquiatría de llamada con médicos especialistas las 24 horas.
Psiquiatría infantil y del adolescente
La Unidad de Psiquiatría Infantil de Clínica Universidad de los Andes evalúa, diagnostica y trata a niños y adolescentes con problemas emocionales, de comportamiento y de desarrollo, entre otros trastornos.
El objetivo de esta unidad es atender al niño y su familia de manera efectiva y eficaz, ofreciendo un servicio médico de alta calidad técnica y humana. Cabe destacar que en esta etapa de la vida los problemas psiquiátricos son similares a los que sufren los adultos, pero se expresan de manera diferente, dificultando su detección precoz.
Dentro de los problemas más frecuentes que afectan a los niños y adolescentes encontramos: trastornos del humor (depresión, enfermedad bipolar), trastornos de ansiedad (ansiedad por separación, ataques de pánico), trastornos de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y trastornos de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia).
Nuestros psiquiatras infantiles realizan interconsultas y se integran a equipos multidisciplinarios para otorgar una atención médica integral y personalizada.
Psiquiatría General y Adolescentes - Trastorno de Personalidad
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