Otitis externa aguda
Actualización al 2023
La otitis externa aguda, también conocida como “otitis del nadador”, es una infección de la piel que recubre el conducto auditivo causada en un 98% de los casos por bacterias que provienen del agua. También puede ser producida por hongos.
Entre el 80 y el 85% de estas otitis se producen en verano, siendo una de las enfermedades más habituales en niños durante la temporada estival, debido a las largas horas de exposición al agua en piscinas, lagos y, en menor medida, al mar.
Síntomas
El signo más representativo de la otitis externa -o de verano- es un dolor agudo al presionar delante del oído o incluso simplemente al tocar la oreja, y raramente produce fiebre.
Los principales síntomas son:
- Dolor intenso del oído, que se agudiza al masticar, al presionar sobre la oreja o tirar de ella.
- Dolor de menor intensidad y prurito (picazón) en el conducto auditivo cuando es por hongos.
- Secreción (salida de líquido por el conducto).
- Conducto muy estrecho debido a la inflamación.
- Ocasionalmente fiebre.
- Pérdida o disminución transitoria de la audición.
Causas
La principal causa de la otitis
externa aguda es el contagio de bacterias que habitan en el agua.
Tras la exposición al agua, la piel
del conducto auditivo externo va perdiendo su capa protectora, con lo que
comienzan a proliferar bacterias. Esto genera una infección de la parte externa del
oído.
Además del agua, otro de los factores de riesgo para
la otitis de verano es la manipulación del conducto auditivo al rascarlo o
utilizar cotonitos u objetos que raspen la piel de esa zona.
Tratamientos
El tratamiento consiste en el uso de gotas para los oídos que contienen antibiótico. Las gotas atacarán la infección y permitirán disminuir la inflamación del conducto auditivo.
Paralelamente, se debe mantener el oído seco, lo que impide el baño en piscinas, lagos o mar durante el verano.
Con el tratamiento adecuado, la otitis externa se suele curar en un plazo de 7 a 10 días.
Para prevenir esta enfermedad, se recomienda limpiar y secar bien el conducto auditivo al salir del agua, evitar baños prolongados en lagos o piscina, no usar cotonitos ni pinzas en la limpieza del canal auditivo, ya que esto solo consigue empujar el cerumen al interior del oído. En los casos de otitis de repetición, se pueden utilizar tapones para evitar la entrada de agua.
Equipo médico
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Dr. José Alzérreca Albornoz
Otorrinolaringología Adulto y Pediátrico - Cirugía Plástica y Reconstructiva Facial
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