Actualización al 2021
Las espondiloartropatías o espondiloartritis son una familia heterogénea de enfermedades interrelacionadas que comparten características clínicas, patogénicas, genéticas, radiológicas, epidemiológicas y de respuesta terapéutica, lo que permite que se distingan de otras enfermedades inflamatorias del aparato locomotor.
Dentro de este grupo se incluyen la espondiloartritis anquilosante, artritis reactivas, artritis psoriásica, artritis de la enfermedad respiratoria intestinal, un subgrupo de artritis crónica juvenil y las espondiloartritis indiferenciadas.
Las espondiloartropatías forman un conjunto de enfermedades inflamatorias sistémicas crónicas, de etiología desconocida, que afectan primariamente al esqueleto axial (articulaciones sacroilíacas y raquis) y las entesis.
El proceso inflamatorio erosiona el fibrocartílago, el cartílago hialino y el hueso, provocando osificación condral y anquilosis fibrosa que conduce, en estadios avanzados de la enfermedad, hasta en un 30% de los pacientes, a la anquilosis raquídea.
Su lesión más característica es la sacroilitis y se relaciona muy estrechamente con el gen HLA-B27.
En nuestra Clínica, contamos con un equipo de reumatólogos involucrados con cada paciente en la planificación, ejecución y evaluación de la atención de salud de enfermedades que afectan al aparato locomotor: articulaciones, huesos, músculos y tendones.
Por su parte, el apoyo multidisciplinario de Kinesiología y Traumatología resultan fundamentales para la adecuada resolución de pacientes con enfermedades reumatológicas.
No se sabe exactamente qué produce este tipo de enfermedades, pero sí que la genética juega un rol importante en su aparición.
Los familiares en primer grado de pacientes con espondiloartritis tienen un riesgo mayor de gatillar la enfermedad en comparación a la población general.
El componente genético más importante en la espondiloartritis es el gen HLA-B27: aproximadamente, el 90% de los pacientes con espondiloartritis anquilosante, el 80% con artritis reactivas y entre el 50 y el 60% con espondiloartritis indiferenciadas son portadores de este gen.
Se estima que, en Chile, el 4% de la población general tiene prevalencia al gen HLA-B27, y alrededor del 2% de las personas positivas desarrollan la enfermedad.
Otros factores medioambientales, incluidos la alimentación y microorganismos, también pueden desencadenar estas patologías.
Las espondiloartritis pueden afectar a personas de cualquier sexo y edad, pero son más frecuentes en hombres jóvenes.
En el caso de la espondiloartritis anquilosante, es más frecuente en hombres jóvenes, con una frecuencia de 3 hombres por cada mujer afectada. Generalmente, aparece en la adolescencia o antes de los 25 años.
Por su parte, la artritis psoriásica afecta de forma similar a hombres y mujeres, siendo más frecuente entre los 30 y 50 años.
La artritis reactiva, en tanto, afecta de manera similar a hombres y mujeres de cualquier edad.
Las espondiloartritis comparten diversas manifestaciones clínicas y radiológicas. Los síntomas más frecuentes incluyen:
Compromiso articular y de tejidos blandos:
Compromiso extraarticular:
Consejos para mejorar la calidad de vida de pacientes con espondiloartropatías:
Las espondiloartritis se caracterizan por la presencia de síntomas y signos que permiten pensar al médico tratante que el paciente presenta una enfermedad reumática.
Las pruebas de laboratorio son orientativas y pueden ayudar a apoyar los diagnósticos clínicos.
El tratamiento específico dependerá del tipo de espondiloartropatía presente en cada paciente. Sin embargo, en todos los casos se busca minimizar deformidades y aliviar el dolor inflamatorio propio de estas enfermedades.
Los tratamientos no farmacológicos no deben ser considerados como algo accesorio, sino que tienen un papel relevante en el tratamiento de la propia enfermedad.
Fisioterapia: es necesario realizar ejercicios que ayuden a mantener la postura fisiológica y la expansión torácica, de este modo es probable que disminuyan las probabilidades de sufrir deformidades.
Medicamentos: el médico puede recetar analgésicos para aliviar el dolor, sin embargo, como tratamiento de primera línea se pueden utilizar drogas modificadoras de la artritis o terapia biológica.
El pronóstico de la enfermedad es favorable, ya que la mayoría de los pacientes puede hacer una vida bastante normal.
Se han realizado estudios que indican que los diez primeros años de la enfermedad son determinantes en la progresión posterior; aquellos pacientes que no presentan anquilosis importante durante estos años iniciales, difícilmente la van a presentar en los siguientes.
Estos son los servicios de nuestra Clínica que tratan este problema:
La especialidad de reumatología se dedica al diagnóstico y tratamiento de enfermedades que afectan al aparato locomotor: articulaciones, huesos, músculos y tendones.
Este tipo de patologías son frecuentes y se manifiestan especialmente por dolor e incapacidad funcional (hinchazón, deformidad articular y limitación en la movilidad), que no obedecen a causa traumática. Las causas de estos trastornos pueden ser degenerativas (artrosis), metabólicas (gota, osteoporosis), inmunológicas (artritis reumatoide y lupus eritematoso sistémico), infecciosas (artritis séptica) y mecánicas (tendinitis y lumbago).
Clínica Universidad de los Andes, cuenta con un equipo médico involucrado con cada paciente en la planificación, ejecución y evaluación de la atención de salud de pacientes con estas patologías.
Un completo equipo de kinesiólogos ayuda y asiste a pacientes hospitalizados y ambulatorios, tanto pediátricos como adultos, y también abordan las áreas de prevención y rehabilitación de trastornos musculoesqueléticos.
El objetivo es contribuir a que cada persona logre una adecuada reinserción en sus actividades, ya sean de la vida diaria o deportiva. En el área de pacientes ambulatorios, nos enfocamos en prevenir, disminuir o recuperar discapacidades derivadas de trastornos musculoesqueléticos y relacionados con el movimiento.