Las alteraciones de la movilidad de las cuerdas vocales se refieren a problemas que afectan la capacidad de estas estructuras para moverse de manera correcta durante la fonación (hablar), respiración o deglución. Estas condiciones pueden ser parciales o completas, y pueden involucrar una sola cuerda vocal (unilateral) o ambas (bilateral).
En Clínica Universidad de los Andes contamos con el Centro de Voz y Deglución, enfocado en pacientes adultos y pediátricos que presentan problemas de la voz que perjudican su vida laboral, académica, familiar y social. Asimismo, aborda alteraciones de la deglución, es decir, la dificultad para tragar de manera segura y eficiente alimentos, líquidos e incluso saliva, lo que conlleva complicaciones respiratorias y desnutrición.
Su equipo está conformado por otorrinolaringólogos y fonoaudiólogos especialistas en problemas de laringe, voz y deglución, y por una enfermera coordinadora que orienta la atención.
Las alteraciones en la movilidad pueden ser causadas por una combinación de factores estructurales, neurológicos y médicos. Algunos factores de riesgo aumentan la probabilidad de que una persona desarrolle estas condiciones. Por ejemplo:
- Cirugías previas en el cuello o tórax: el daño al nervio laríngeo recurrente o al nervio vago es una causa frecuente de parálisis o paresia de las cuerdas vocales
- Lesiones o traumatismos en el cuello: es decir, traumatismos directos que dañen los nervios o las estructuras de la laringe.
- Intubación prolongada o difícil.
- Enfermedades neurológicas: corresponden principalmente a enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrófica (ELA); neuropatías periféricas y ataques cerebrovasculares.
- Neoplasias: tumores en el cuello, tórax o base del cráneo que comprimen los nervios laríngeos o vagos.
- Infecciones y procesos inflamatorios: virus como el herpes o el Epstein-Barr pueden afectar los nervios que controlan las cuerdas vocales; o inflamaciones como artritis reumatoide que afectan las articulaciones cricoaritenoideas.
- Factores mecánicos o anatómicos: cicatrices o tejido fibroso debido a cirugías previas, traumas o infecciones; rigidez o fijación de las articulaciones cricoaritenoideas; malformaciones congénitas que afecten la laringe o los nervios asociados.
- Factores médicos y sistémicos: por ejemplo, miastenia gravis o lupus; diabetes mal controlada que cause daño neuropático.
- Edad avanzada: esto provoca mayor susceptibilidad a lesiones nerviosas y enfermedades degenerativas, así como cambios naturales relacionados con el envejecimiento en los tejidos vocales.
- Estilo de vida y hábitos: fumar incrementa el riesgo de cáncer pulmonar o cervical y condiciones inflamatorias crónicas pulmonares.
Las alteraciones en la movilidad de las cuerdas vocales pueden variar dependiendo de la causa, la gravedad de la afección y si involucra una o ambas cuerdas vocales. No obstante, los síntomas más comunes incluyen:
Cambios en la voz
- Ronquera: la voz puede sonar áspera, rasposa o apagada. Este síntoma es uno de los más comunes y puede ser más pronunciado cuando se usa la voz durante períodos prolongados.
- Voz débil o fatigada: la voz puede perder volumen o fuerza, y dificultar la comunicación, especialmente en ambientes ruidosos o cuando se habla mucho.
- Dificultad para hablar en tonos altos o bajos: las cuerdas vocales pueden no ser capaces de estirarse o vibrar correctamente, lo que afecta el rango vocal.
- Voz entrecortada: puede haber interrupciones al hablar, lo que hace que la voz se corte o no sea fluida.
- Afonía: en casos graves, la pérdida total de la voz puede ocurrir si las cuerdas vocales no pueden cerrarse.
Dificultades respiratorias
- Dificultad para respirar: cuando ambas cuerdas están inmóviles (por ejemplo, parálisis bilateral), puede haber una obstrucción parcial de las vías respiratorias, y provocar dificultad para respirar, especialmente al hacer ejercicio o durante actividades que requieren mayor esfuerzo.
- Estridor: un ruido respiratorio anormal y agudo al inspirar, causado por el paso del aire a través de una abertura estrecha en las cuerdas vocales.
- Sensación de ahogo: esta sensación puede ser más evidente durante el esfuerzo físico o cuando la persona habla o canta durante un tiempo prolongado.
- Sensación de que los alimentos o líquidos se "atascan" en la garganta: la parálisis de las cuerdas vocales puede afectar la función de protección de la laringe, y aumentar el riesgo de aspiración (cuando los alimentos o líquidos entran en las vías respiratorias).
- Tos al comer o beber: la incapacidad de las cuerdas vocales para cerrar adecuadamente la glotis durante la deglución puede hacer que los alimentos o líquidos lleguen a la tráquea, y provoquen tos o sensación de asfixia.
Fatiga vocal
- Cansancio al hablar: las personas afectadas por alteraciones en la movilidad de las cuerdas vocales pueden experimentar fatiga rápida o dificultad para hablar durante períodos prolongados, debido a que la voz se vuelve menos eficiente.
- Tensión o dolor en el cuello: puede haber dolor o tensión en los músculos del cuello, especialmente si la persona está forzando la voz para compensar la falta de movilidad en las cuerdas vocales.
Cuidar la voz implica mantener hábitos saludables y evitar los factores que podrían afectar los nervios y músculos que controlan las cuerdas vocales. Algunas recomendaciones son:
- Cuidado de la voz: esto implica evitar el uso excesivo de la voz; usar técnicas adecuadas de voz; no forzar la voz y descansar.
- Mantener una hidratación adecuada: para esto, la recomendación es beber suficiente agua durante el día y evitar los irritantes como alcohol y cafeína.
- Factores ambientales: evitar fumar y ambientes con humo, polvo o productos químicos que puedan irritar las cuerdas vocales.
- Chequeo médico regular: esto para controlar el reflujo gastroesofágico (RGE), acceder a tratamientos oportunos de infecciones respiratorias, mantener el calendario de vacunación al día para prevenir problemas respiratorios. Asimismo, deben mantenerse controladas las enfermedades metabólicas y neurológicas.
- Ejercicio físico regular: esto ayuda a mantener la salud general y mejora la circulación sanguínea, lo cual puede beneficiar la función de las cuerdas vocales.
- Nutrición equilibrada: comer una dieta rica en vitaminas y minerales puede fortalecer el sistema inmunológico y evitar infecciones que afecten la laringe.
El diagnóstico de las alteraciones en la movilidad de las cuerdas vocales generalmente requiere un enfoque multidisciplinario, que involucra una evaluación clínica detallada y una serie de pruebas especializadas para identificar la causa y la gravedad del problema.
- Consulta médica: el especialista indaga acerca de los síntomas, antecedentes clínicos, hábitos vocales y factores de riesgo; también realiza un examen físico inicial para observar la garganta y el cuello.
- Laringoscopía: examen que permite observar las cuerdas vocales de manera directa y evaluar su movilidad, presencia de parálisis, cicatrices, tumores o cualquier problema estructural.
- Electromiografía (EMG) laríngea: este examen mide la actividad eléctrica de los músculos de las cuerdas vocales. Es útil para detectar si hay daño nervioso o debilidad en los músculos responsables de mover las cuerdas vocales.
- Exámenes de imágenes: se indican para identificar causas estructurales subyacentes que podrían afectar las cuerdas vocales. Los principales son la resonancia magnética y escáner.
- Pruebas de función pulmonar y respiratoria: se indican en algunos casos para evaluar la capacidad de los pulmones y la función de las vías respiratorias, especialmente si se sospecha que las alteraciones en las cuerdas vocales están afectando la respiración.
- Exámenes de sangre: para evaluar condiciones metabólicas, autoinmunes o infecciones.
- Estudios de reflujo gastroesofágico: estos se indican frente a la sospecha de que el reflujo ácido está contribuyendo a las alteraciones de las cuerdas vocales.
El tratamiento de las alteraciones en la movilidad de las cuerdas vocales depende de la causa subyacente, la gravedad de la afección y el impacto en la voz, respiración y deglución. Los enfoques de tratamiento pueden incluir desde medidas conservadoras (sin cirugía) hasta intervenciones quirúrgicas.
- Terapia vocal (fonoaudiología): es uno de los tratamientos más efectivos para las alteraciones en la movilidad de las cuerdas vocales, especialmente cuando hay parálisis o debilidad muscular.
- Medicamentos: se pueden indicar corticosteroides cuando la causa es inflamación o una afección autoinmune; fármacos para tratar el reflujo gastroesofágico (RGE); y antibióticos o antivirales si existe infección.
- Inyecciones de relleno (inyecciones vocales): si la parálisis vocal es parcial o hay pérdida de volumen en una cuerda vocal, se pueden utilizar inyecciones de relleno para mejorar el cierre de las cuerdas vocales.
- Tratamientos quirúrgicos: en caso de parálisis o paresia vocal, una de las intervenciones quirúrgicas más comunes es la medialización de la cuerda vocal que busca mejorar el cierre de las cuerdas durante el habla y la deglución. También se puede realizar otro tipo de laringoplastías más complejas que pueden implicar la reconstrucción de la laringe o las cuerdas vocales, especialmente en casos de daños más graves o malformaciones congénitas.
- Tratamiento para causas subyacentes: si la alteración de la movilidad de las cuerdas vocales es secundaria a una condición médica, como Parkinson, esclerosis múltiple o reflujo gastroesofágico (RGE), es fundamental tratar la causa subyacente.
- Rehabilitación respiratoria: cuando la alteración en la movilidad de las cuerdas vocales afecta la respiración, se pueden utilizar ejercicios respiratorios y rehabilitación para mejorar la capacidad pulmonar y la respiración funcional. Esto puede incluir el uso de ventilación asistida o entrenamiento de la respiración diafragmática.
El pronóstico y los resultados del tratamiento para las alteraciones en la movilidad de las cuerdas vocales pueden variar según la causa subyacente, la gravedad de la afección y la respuesta individual al tratamiento elegido. No obstante, las principales expectativas se centran en:
- Aumento de la capacidad vocal
- Recuperación de la función vocal
- Mejora en la calidad de la voz
- Mejora significativa de la capacidad de habla
Centro de Voz y Deglución
El Centro de Voz y Deglución de Clínica Universidad de los Andes está enfocado a pacientes adultos y pediátricos que presentan problemas de la voz que perjudican su vida laboral, familiar, académica y social. Asimismo, aborda alteraciones de la deglución, es decir, la dificultad para tragar de manera segura o eficiente alimentos, líquidos e incluso saliva, lo que conlleva complicaciones respiratorias y desnutrición.
Su equipo está conformado por otorrinolaringólogos y fonoaudiólogos especialistas en problemas de laringe, voz y deglución; nutricionistas, y una enfermera encargada de la educación, coordinación y seguimiento. El foco es el diagnóstico y tratamiento multidisciplinario de las enfermedades relacionadas.
Cuenta con un completo laboratorio de voz y deglución, en el que se efectúan evaluación y medición objetiva de parámetros acústicos y aerodinámicos de la voz para evaluar diagnóstico, controlar el tratamiento y evolución, y valorar la eventual mejoría. Respecto a la deglución, permite complementar y fortalecer la evaluación inicial del paciente y, a través de diferentes aplicaciones, colaborar en el manejo terapéutico, acelerando la mejoría.
Otorrinolaringología
Especialidad encargada de la prevención, diagnóstico y tratamiento médico y/o quirúrgico de las enfermedades que aquejan el oído, nariz, boca y laringe, tanto en adultos como en niños.
Esta especialidad considera áreas tales como la cirugía otológica, cirugía laríngea (voz), cirugía de cavidades perinasales, cirugía estética y funcional de nariz (rinoseptoplastía), entre otras.
Clínica Universidad de los Andes cuenta con un equipo multidisciplinario con vasta experiencia en el campo de la otorrinolaringología, con acceso a equipamiento médico de última generación. Además, dispone de pabellones quirúrgicos altamente tecnologizados, con acceso en línea a la información de imágenes del paciente para facilitar la oportuna toma de decisiones, permitiendo incluso la coparticipación de expertos desde cualquier lugar del mundo.
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