Nos adelantamos a la Ley de 40 horas
Porque vamos por más, en marzo nuestra Clínica redujo la jornada laboral a 39 horas semanales, adelantándonos a la Ley que modifica el Código del Trabajo. Esta medida busca favorecer la conciliación entre vida laboral y personal.
Para aquellos que ejercían 43, 44 y 45 horas, se redujo la jornada de trabajo contractual a 39 horas semanales más colación. Con este cambio, más del 50% de la dotación tiene ahora una jornada contractual igual o inferior a 39 horas, lo que implica ir mucho más allá de lo que exige la ley, que es llegar a 40 horas en 2028.
“Uno de los objetivos permanentes de la Clínica es buscar el justo equilibrio entre los afanes laborales y el cuidado de la vida personal y familiar, y esta ley nos brindó el impulso necesario para alcanzar este propósito. Buscamos una forma atractiva y creativa de hacerlo realidad a través de esta implementación, que es permitir adelantar el cumplimiento de la ley desde el día uno, incluso antes de la entrada en vigencia de esta norma en abril de este año. Nosotros partimos el 16 de marzo del 2024 con una jornada de 39 horas, que es más exigente que lo que obliga la ley en el año 2028”, explica Rodrigo Avendaño, director de Personas de Clínica UANDES.
Esta medida ha generado un impacto positivo entre nuestros trabajadores, destacando que la situación personal ha mejorado o se mantuvo. “Como Clínica, nos preocupamos de la persona en su integridad, con todo lo que eso significa, sus sueños, problemas, desafíos, ilusiones y, por tanto, el tiempo que podamos liberar para sus otras facetas es un tiempo ganado por todos”, enfatiza Rodrigo Avendaño.
Menos horas, más productividad
El director de Personas de la Clínica especifica que el hecho de tener menos horas laborales efectivas no implica una baja en la productividad ni en el nivel de servicio. Por esto, una línea de trabajo ha sido procurar que los trabajadores sean más productivos en su tiempo laboral.
“Este es un beneficio que queremos cuidar y para eso, debemos preocuparnos de la productividad siempre haciendo el trabajo bien hecho. O sea, ser más concretos, optimizar el tiempo, cuidar los detalles y, por supuesto, levantar la mano cuando uno requiere ayuda”, dice Rodrigo Avendaño.
Uno de los temas que ha influido en el buen cumplimiento de la reducción de jornada laboral ha sido la regulación de horarios: “hemos cumplido la ley sumando beneficio a las personas y no restándole. Por ejemplo, hace años tenemos la política de tener horarios desfasados de ingreso y salida, que podrían haberse visto afectados, pero optamos por no modificarlo y hacer los ajustes a la hora de salida, no de llegada. De modo tal que como estos horarios desfasados o comenzar temprano es muy valorado, no quitarlo. Eso ha sido muy bien evaluado, al ganar tiempo en las tardes, que es un tiempo familiar y personal que permite realmente hacer otras cosas”.
Otro desafío fue ajustar y coordinar los nuevos horarios con la disponibilidad de buses de acercamiento, que también ayuda a que las personas quieran cumplir su jornada, porque si no, no tienen una manera de acercarse a sus casas. “Los buses eran prioridad para este ajuste y debía ser de forma eficiente. Lo hemos logrado con un esfuerzo por parte de la Clínica acorde al foco en las personas, con un impacto acotado también en la sustentabilidad financiera, que es algo que también tenemos que velar”, afirma Rodrigo.
Dada nuestra realidad asistencial, 24/7, hay un grupo de personas que mantendrá una jornada de hasta 42 horas semanales, lo que está permitido por la ley hasta el 2028. En el mediano plazo estudiaremos alternativas para esos grupos, en vista también a lo que defina la autoridad vía dictámenes. En caso de no existir otras opciones, justificaremos esos turnos como jornadas excepcionales, con las compensaciones en descanso adicional que eso significará en el futuro, según indica la misma ley.
¡Vamos por la conciliación trabajo – vida personal – vida familiar!