Niños y piscinas: 8 medidas para evitar peligros
La asfixia por inmersión es la principal causa de muerte por lesión no intencionada (accidente) de niños menores de cinco años en Chile y es responsable de secuelas neurológicas en muchos de los que consiguen sobrevivir, por lo que es muy importante adoptar todas las medidas necesarias para prevenir caídas y otro tipo de lesiones en torno a las piscinas.
La Dra. Karen Apablaza, coordinadora de la Urgencia Pediátrica de Clínica Universidad de los Andes, entrega algunas medidas preventivas:
1. Supervisión constante
Nunca dejar solos a los niños en lugares con agua, como playa, piscinas, acequias, canales, ríos, lagos e incluso el baño de la casa, ni cerca de recipientes con líquido. Aunque ellos sepan nadar, si sufren un golpe o caída, pueden asustarse y no saber qué hacer.
2. Educación
Explicarles a los niños que no deben correr en la orilla porque se pueden resbalar, tampoco tirarse piqueros o jugar de manera violenta, ya que podrían dañarse ellos mismos o a otros.
3. Vaciar las piscinas inflables luego de usarlas
Este tipo de piscinas solo deben inflarse al momento de usarlas y luego vaciarlas, incluso las de poca profundidad. En pocos centímetros de agua un niño se puede ahogar.
4. Poner rejas protectoras alrededor
En las casas, rodear las piscinas con rejas de protección. Las indicaciones son:
- Altura de 1,5 metros.
- Separación entre barrotes de máximo 10 cm (algunos recomiendan 8 cm), para que no quepa la cabeza de un niño.
- La puerta debe permanecer siempre cerrada y con un seguro que no pueda abrir un niño.
5. No dejar objetos cerca
No debe haber sillas, pisos o escaleras cerca de las rejas, que los niños puedan movilizar y usar para escalar. Asimismo, se debe evitar que dentro o alrededor de la zona de la piscina existan elementos atractivos para ellos y que quieran sacar.
6. Usar elementos de flotación indicados
Utilizar chalecos salvavidas o flotadores adecuados al peso y edad del niño. No hay que usar otros elementos como alitas, juguetes plásticos o salvavidas redondos con un orificio al centro, pues al volcarse, los niños no pueden escapar y se ahogan.
Se recomienda también el uso de trajes de baño de colores llamativos, para tener una mejor visibilidad a distancia.
7. Enseñarles a nadar
Si bien nunca reemplazará la supervisión y acción de un adulto, puede ser de ayuda al saber o intentar flotar como corresponde.
8. Hacer cursos de reanimación cardiopulmonar
Estar preparado para ayudar a una persona que ha sufrido asfixia por inmersión puede salvarle la vida. Los minutos que pasan antes de recibir ayuda médica pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
Tampoco hay que olvidar el uso de factor solar y reaplicarlo después del baño. Esto evitará las lesiones por quemaduras solares y, a largo plazo, reducirá el riesgo de cáncer a la piel.