Factores que pueden afectar la voz y cómo cuidarla

No solo quienes utilizan la voz como herramienta de trabajo -como profesores, humoristas, conferencistas o cantantes-, son susceptibles a tener problemas vocales. En general, si alguien utiliza su voz de forma inadecuada con el tiempo puede derivar en una disfonía.

La disfonía es una alteración de la voz que genera un impacto físico, social y/o emocional a la persona. Se puede originar por reflujo gastroesofágico, abuso o mal uso de la voz, tabaquismo, alteraciones neurológicas o congénitas, estrés emocional, cáncer, traumatismos laríngeos, entre otros.

Con el objetivo de crear conciencia de la importancia que tiene la voz en el día a día y de dar a conocer los cuidados que se deben tener para evitar problemas relacionados con las cuerdas vocales, cada 16 de abril se conmemora el Día Mundial de la Voz.

Daniela González, fonoaudióloga de Clínica Universidad de los Andes, comenta que “una voz enferma pierde su timbre característico, se restringe su rango vocal y no logra emitir algunos sonidos que antes sí podía. También puede ocurrir que les cueste hablar con más intensidad y se cansan a tal punto de sentir dolor al hablar. En algunos casos, los pacientes refieren que cuando quedaban disfónicos, se recuperaban rápidamente, pero que cada vez les cuesta más recuperar la voz o están más roncos, y eso claramente les afecta en su día a día”.  

Por su parte, el Dr. Juan del Lago, otorrinolaringólogo de Clínica Universidad de los Andes, explica que “carraspear, gritar o forzar la voz en lugares con ruido ambiente elevado, llevará a que el órgano vocal trabaje en forma inadecuada e ineficaz, produciéndose pequeños traumatismos o hemorragias muchas veces invalidantes, sobre todo en quienes trabajan con la voz”.

En el caso de personas que en el pasado han sufrido disfonías, el Dr. Del Lago recomienda que reciban atención especializada y terapia fonoaudiológica: “una voz que no se recupera, deja de ser eficiente, genera compensaciones laríngeas y la disfonía se vuelve crónica, pudiendo empeorar con el tiempo.

En cuanto a las personas que sufren problemas de voz debido a padecer reflujo gastroesofágico, se les recomienda controlar la enfermedad, ya que en algunos casos, el reflujo logra llegar a estructuras superiores como la faringe y la laringe, que es donde están las cuerdas vocales, e inflamarlas debido a la acidez del Ph.

¿Cómo saber que hay un problema en la voz?

Hay ciertas molestias o cambios en la voz que pueden indicar algún trastorno:

• Disfonía, llamado comúnmente “estar ronco”. 
• Cansancio o fatiga al hablar, la voz se va agotando en la medida que se usa durante el día.
• Disminución del rango vocal, esto es, dificultad para alcanzar tonos o notas, tanto agudas como graves, que previamente sí se lograba alcanzar o emitir.
• Molestias en la garganta al intentar proyectar la voz o hablar más fuerte. O bien, dificultad para elevar el volumen de la voz.
• Carraspeo frecuente por la sensación de sequedad o flema en la garganta durante el habla.
• Inestabilidad de la voz, con presencia de “gallitos” o quiebres vocales al hablar o cantar (esto puede ser normal en la pubertad cuando los niños/as cambian la voz).
• Molestia o dolor en la zona de la laringe, ya sea al tocarla o al hablar, debido al aumento en la tensión de la musculatura laríngea y del cuello.
• Disfonía de predominio matinal, que puede indicar la presencia de reflujo gastroesofágico nocturno.

Daniela González recomienda que “si una persona tiene dudas respecto a la calidad de su voz, lo ideal es que siempre consulte con un especialista”.

6 consejos para cuidar la voz

En el Día Mundial de la Voz, los especialistas de Clínica Universidad de los Andes entregan los siguientes consejos:

• Ingerir líquido: al menos dos litros de agua al día es una buena cantidad para mantener nuestras cuerdas vocales hidratadas y lubricadas.
• Evitar el carraspeo frecuente: esto puede dañarlas con el paso del tiempo.
• Descansar la voz: necesitamos tener periodos de descanso durante el día para que las cuerdas vocales reposen.
• Evitar gritar o hablar tiempo prolongado en lugares muy ruidosos.
• Evitar irritantes: el tabaco es perjudicial para la salud y nuestra voz también se ve afectada.
• Tratar la rinitis y el reflujo gastroesofágico: es importante llevar un tratamiento adecuado de ambas patologías, ya que pueden afectar la voz.