Endulzantes y niños: ¿por qué no deben consumirlos?
El azúcar es un carbohidrato que se encuentra naturalmente en muchos alimentos, como frutas y verduras. El cuerpo descompone los carbohidratos para producir glucosa, la cual se necesita para tener energía y funcionar de manera saludable.
A diferencia del azúcar refinada, o blanca -que se agrega a los alimentos para hacerlos más sabrosos- los sustitutos del azúcar son endulzantes artificiales que no tienen nutrientes y, por lo tanto, no benefician a los niños en su crecimiento.
“El cuerpo humano no requiere los sustitutos del azúcar para funcionar correctamente”, asegura Bárbara Castillo, nutricionista pediátrica de Clínica Universidad de los Andes.
La nutricionista agrega que, además, no es conveniente reemplazar el azúcar por endulzantes porque el cuerpo humano los procesa de manera diferente.
“Al consumir azúcar, el cuerpo la convierten en energía. Pero no puede hacer lo mismo con los sustitutos del azúcar, los que son eliminados del organismo”, recalca la especialista en nutrición infantil.
De acuerdo a la Academia Americana de Pediatría, el consumo de endulzantes ha aumentado con el tiempo. Sin embargo, la investigación es limitada en cuanto a cómo estos sustitutos del azúcar afectan la salud de los niños a largo plazo, por lo que no se recomienda que formen parte de la dieta.
“Los endulzantes desencadenan la fase cefálica de hormonas como la insulina, que se dispara por la vista, el olor, el sabor de los alimentos y la masticación. Esto puede conducir a comer en exceso debido a una falsa señal de carbohidratos (azúcar) que ingresan al cuerpo, sin que haya azúcar presente”, señala Bárbara Castillo, quien explica que hoy las tasas de obesidad en niños se han cuadruplicado a nivel mundial y que los niños chilenos registran el mayor nivel de obesidad en Latinoamérica.
Algunos consejos respecto al uso de endulzantes en niños:
- Menores de dos años: nunca deben consumir sustitutos del azúcar, ya que tanto su cuerpo como su cerebro necesitan muchos nutrientes para crecer bien y los sustitutos del azúcar no los tienen.
- Mayores de dos años: pueden consumir sustitutos del azúcar siempre y cuando reciban suficientes nutrientes en su dieta para crecer normalmente, pero es preferible que siempre sea una excepción.
- A partir de los 6 años: el consumo de alimentos que contengan edulcorantes debe ser moderado.
- Menores de 8 años: se recomienda máximo dos porciones de alimentos al día que contengan sustitos del azúcar, aumentando a un máximo de tres porciones diarias en edades posteriores.
“En lugar de que los niños tomen jugos, bebidas o aguas saborizadas, es recomendable que beban agua y consuman alimentos endulzados de manera natural, como las frutas. Es crucial lograr una alimentación balanceada, incorporando los alimentos en su forma más natural y menos procesada posible”, concluye la especialista.