Actualización al 2023
La urticaria crónica espontánea es una condición de la piel caracterizada por la presencia recurrente de ronchas que se presentan como lesiones elevadas y rojizas, además de picazón que, a menudo, se asocia a edema de labios o de párpados (angioedema).
Se considera crónica cuando dura más de seis semanas, pudiendo extenderse por meses o años, a diferencia de la urticaria aguda, que se resuelve dentro de un corto período de tiempo y tiene un gatillante conocido.
Nuestras inmunólogas del Programa de Alergias pueden realizar una evaluación integral a quienes presentan esta enfermedad para comenzar un tratamiento cuanto antes, reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida de cada paciente.
En la mayoría de los casos no se puede determinar una causa específica. Las ronchas en la piel (habones) aparecen frecuentemente durante el día o en forma intermitente y no es posible asociarlo a algún gatillante en especial, aunque pueden aumentar en contexto de uso de antiinflamatorios, consumo de alcohol o por estrés.
Dentro de este grupo están las urticarias crónicas gatilladas por un estímulo físico como frío, calor, vibración, agua, sol y presión. La más frecuente de estas es el dermografismo que se caracteriza porque la piel se pone roja, pica y toma la forma en que fue realizado el rascado.
Los factores de riesgo asociados con la urticaria crónica pueden incluir:
Para ser considerada como crónica, la urticaria debe presentar síntomas por seis semanas o más. A diferencia de la urticaria aguda, cuyos síntomas ceden en poco tiempo.
Dentro de las manifestaciones más comunes de la urticaria crónica están:
Los síntomas pueden desaparecer en forma espontánea luego de varias semanas, meses o años, pero con ayuda de tratamientos específicos se puede detener su evolución natural.
Hay algunas medidas generales que se pueden tomar para ayudar a prevenir o reducir los brotes de urticaria crónica:
Es importante hacer el diagnóstico diferencial con alergia a fármacos, infecciones crónicas, enfermedades autoinmunes y síndromes autoinflamatorios. Para esto es necesario hacer exámenes generales, serologías infecciosas y exámenes autoinmunes.
En general, el diagnóstico consiste en:
El tratamiento de la urticaria crónica implica abordar tanto los síntomas agudos como la prevención de nuevos brotes, evitando los factores exacerbantes mencionados, y lograr el máximo control de los síntomas.
Algunas opciones de tratamiento incluyen:
La finalidad del tratamiento es reducir al máximo los síntomas, especialmente el prurito que altera mucho la calidad de vida. Por otro lado, el tratamiento interrumpe la evolución natural de la urticaria crónica, haciendo que esta dure menos tiempo de lo habitual, se usen menos medicamentos a largo plazo y se eviten los efectos secundarios de algunos medicamentos como los corticoides.
Para entregar una atención integral a quienes sufren de alergias, Clínica Universidad de los Andes cuenta con este programa que tiene como objetivo poder realizar el estudio y tratamiento en forma ambulatoria de un número importante de patologías alérgicas, como alergias alimentarias, respiratorias, a medicamentos y a picadura de abejas/avispas.
Los alergenos son múltiples y se ponen en contacto con las personas, a través de diversos medios como el aire, por ejemplo: pólenes de árboles, pastos y malezas; polvo de casa, hongos o epitelio de animales. Otros alergenos son los alimentos, como la proteína de leche de vaca, el huevo y los frutos secos. También los medicamentos pueden producir reacciones alérgicas, como la penicilina o la aspirina. Por último, las picaduras himenópteras de abejas y avispas.
Inmunología y Alergología Adulto e Inmunología Pediátrica
La inmunología es la especialidad que se dedica al diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que afectan al sistema inmunológico, entre las que destacan las inmunodeficiencias y autoinmunidad.
Además, contempla todo el estudio de las enfermedades autoinmunes, donde el sistema ataca erróneamente a células, tejidos y órganos de su propio organismo.
La alergología es la especialidad médica que estudia las enfermedades relacionadas con los procesos alérgicos, incluyendo las reacciones inmunológicas producidas por medicamentos. Nuestro sistema inmune defiende al organismo de las infecciones causadas por bacterias, virus y otros microorganismos invasores, con especial énfasis cuando las defensas se encuentran bajas.
Entre las principales afecciones que trata esta especialidad se encuentran: rinitis alérgica, asma, dermatitis, urticarias, alergias cutáneas, así como las alergias a alimentos, pólenes, insectos y medicamentos.
Clínica Universidad de los Andes cuenta con el permanente apoyo y cooperación multidisciplinaria de servicios como Laboratorio Clínico e Imágenes, que contribuyen a obtener un diagnóstico preciso y manejar las mejores alternativas de tratamiento.