Actualización al 2020
Corresponde a una infección pulmonar que puede ser causada principalmente por bacterias, pero también por virus y más raramente, hongos.
Si bien tiene tratamiento, puede ser un cuadro muy grave dependiendo de la extensión de pulmón que esté afectado, del microorganismo que la origine y de otras condiciones del paciente.
En los países desarrollados, es la sexta causa de muerte.
Tos con flema.
Dolor en el pecho al respirar y toser.
Dificultad respiratoria.
Fiebre y sudoración.
Escalofríos.
Mucho malestar general.
Fatiga.
No tener deseos de comer.
En adultos mayores puede haber desorientación.
Pueden ser causadas por bacterias, virus y hongos que infectan el tejido pulmonar. Pueden adquirirse por vía aérea o por microorganismos que llegan desde otros órganos a través de la circulación sanguínea. Muchas veces se inicia como un resfrío o una bronquitis y se complica a neumonía.
Una neumonía sin tratamiento adecuado y precoz tiene alto riesgo de complicarse e incluso tiene una mortalidad asociada, por lo que es importante consultar al tener estos síntomas.
Tratamiento farmacológico: uso de antibióticos cuando es causada por una bacteria. En casos graves puede requerirse soporte técnico, como oxígeno e incluso requerir hospitalización.
Medicina Interna - Enfermedades Respiratorias del Adulto - Endoscopía Respiratoria Adulto
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