Actualización al 2020
Las muelas del juicio, también conocidas como terceros molares, son los últimos dientes que se desarrollan y aparecen en la boca. Comúnmente aparecen fuera de la encía (erupción) entre los 17 y 25 años, edad que antiguamente se denominaba “edad del juicio”.
Existen factores de evolución como especie humana, ya que nuestras mandíbulas son cada vez más pequeñas, e individuales de cada paciente que tienen que ver con la genética, que determinan que no existe espacio adecuado para que las muelas del juicio se ubiquen en la boca y participen en la masticación de manera efectiva, situación que se conoce como impactación.
El no extraer estas muelas a tiempo, puede producir infecciones, daños en piezas dentales y desajustes en la mordida.
- Infecciones crónicas, aumentando la carga bacteriana bucal y produciendo mal aliento.
- Dificultad de limpieza y caries.
- Daño a piezas dentales vecinas (imagen).
- La aparición de estas muelas desalinean los dientes. Incluso pueden estropear un tratamiento de ortodoncia terminado.
- Desajustes en la mordida y dolor en la articulación temporomandibular.
- Quistes, tumores benignos o malignos de los maxilares (imagen). Estas patologías pueden producir fracturas y daño a los nervios vecinos.
- Diseminación de bacterias de la boca al cuello, corazón, articulaciones y riñón.
- Infecciones agudas de las encías asociado a dolor, inflamación de la cara y dificultad para abrir la boca (imagen).
La boca pasa por muchos cambios a lo largo de la vida. Un acontecimiento importante es la aparición de los terceros molares. Es un proceso natural que se manifiesta entre los 17 y 25 años.
En general, las muelas del juicio se deben extirpar con un procedimiento quirúrgico menor, en pabellón, y es ambulatorio. En promedio, demora entre 45 y 60 minutos y debe ser realizado por un cirujano maxilofacial. Existen alternativas de sedación y también se usa anestesia general. Lo ideal es realizar la extracción de las cuatro muelas del juicio en un mismo procedimiento, evitando así pasar por varias consultas, dolor, ciclos de postoperatorio y consumo de medicamentos.
Es recomendable hacer las extracciones entre los 15 y 25 años, ya que las tasas de complicaciones son mínimas, y la recuperación postoperatoria es mucho más rápida en pacientes jóvenes.