Actualización al 2021
La espondilitis psoriásica es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta la cavidad sacroilíaca de la región lumbar y de la columna vertebral. Esta enfermedad es un tipo de artritis y se caracteriza por provocar una limitación del movimiento de la columna cervical, torácica o lumbar en el plano sagital y coronal.
Se diferencia de la espondilitis anquilosante por el dolor intenso que provoca, pero existe menor limitación de la movilidad y no se presentan cambios simétricos. Sin embargo, el tratamiento es el mismo.Los síntomas más frecuentes de la espondilitis psoriásica incluyen:
- Dolor intenso de espalda.
- Inflamación de la columna vertebral o de las articulaciones sacroilíacas.
- Rigidez.
- Limitación de la movilidad.
La
espondilitis psoriásica es el resultado de la artritis psoriásica, que causa
inflamación entre las vertebras y en las articulaciones, entre la columna
vertebral y la pelvis.
La
artritis psoriásica ocurre cuando el sistema inmunológico ataca células y
tejidos sanos, lo que provoca inflamación en las articulaciones y
sobreproducción de células.
Cabe
destacar que tener antecedentes familiares de la enfermedad podría incidir en
su desarrollo.
El médico realizará un examen físico para evaluar los síntomas del paciente y mediante radiografías o resonancia magnética puede verificar si existen cambios en las articulaciones o huesos.
El tratamiento tiene como objetivo aliviar el dolor y la rigidez, intentando prevenir o retrasar las complicaciones. Éste consiste en la ingesta de medicamentos, kinesiología y, en casos graves, cirugía.
- Medicamentos: para aliviar el dolor, la inflamación y la rigidez el médico receta antiinflamatorios no esteroideos e indometacina. Cuando éstos no son útiles, se sugiere comenzar con medicamentos biológicos que mejoran el proceso inflamatorio.
- Kinesiología: la terapia puede proporcionar alivio del dolor, mejorar la fuerza y la flexibilidad de la persona afectada. Para esto, el terapeuta diseña ejercicios específicos para las necesidades del paciente.
- Cirugía: la cirugía no es una opción para todos los pacientes, sin embargo, cuando existe dolor intenso y un daño significativo en las articulaciones se requiere cirugía. En ocasiones, incluso es necesario reemplazar la articulación.