Clínica Universidad de los Andes / Médicos y Especialidades / Diccionario Médico / Detalle Diccionario Médico

Enfermedades autoinmunes y embarazo

Actualización al 2025

Durante el embarazo, las enfermedades autoinmunes -en que el sistema inmunológico ataca por error los propios tejidos del cuerpo- pueden afectar el desarrollo del feto y de la madre.

Algunas enfermedades autoinmunes son:

  • Artritis reumatoide: es crónica y causa inflamación en las articulaciones, dolor y rigidez. Durante el embarazo, muchas mujeres experimentan una mejoría de los síntomas debido a cambios en el sistema inmunológico, pero algunas pueden continuar con brotes.
  • Lupus eritematoso sistémico: puede afectar diversos órganos y tejidos. Las mujeres con lupus pueden tener embarazos saludables, pero requieren un estricto control médico, ya que la enfermedad puede aumentar el riesgo de complicaciones tanto para la madre como para el bebé.
  • Enfermedad celiaca: el sistema inmunológico reacciona al gluten y provoca un daño en el intestino delgado. Si no se trata adecuadamente, puede afectar la fertilidad y el embarazo.

La especialidad de Medicina Materno-Fetal se centra en el cuidado integral de la madre y el feto durante el embarazo y hasta el parto, especialmente en situaciones de alto riesgo. Somos un centro de referencia a nivel nacional en Medicina Materno-Fetal y entregamos atención personalizada a cada paciente, considerando posibles factores de riesgo, para determinar un esquema de controles prenatales que permitan prevenir y detectar de manera precoz complicaciones, abordando también las necesidades de cada madre y su hijo.

También contamos con el Programa de Apoyo al Embarazo de Alto Riesgo, el cual dispone de subespecialistas en las diferentes patologías fetales, para ofrecer una atención integral a las embarazadas de alto riesgo o con diagnóstico de malformaciones en el niño.

¿Cuáles son los factores de riesgo de desarrollar enfermedades autoinmunes en el embarazo?

El desarrollo o empeoramiento de enfermedades autoinmunes durante el embarazo puede estar influenciado por varios factores. Algunos de los principales corresponden a:

  • Antecedentes familiares de enfermedades autoinmunes.
  • Presencia de genes asociados con autoinmunidad, como HLA-DR3 y HLA-DR4.
  • Cambios hormonales en el embarazo, especialmente el aumento de estrógenos y progesterona, que pueden desencadenar o modificar la actividad de enfermedades autoinmunes.
  • Infecciones virales o bacterianas previas que pueden activar la respuesta autoinmune.
  • Estrés físico o emocional, que puede desencadenar brotes autoinmunes.
  • Deficiencias nutricionales (por ejemplo, vitamina D, ácido fólico, hierro) pueden afectar la función inmunológica.
  • Exposición a toxinas o sustancias químicas que alteran la respuesta inmune.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas de las enfermedades autoinmunes durante el embarazo varían según el tipo de cuadro e historial clínico de la paciente:

Síntomas de artritis reumatoide durante el embarazo:

  • Dolor articular: puede persistir, especialmente en manos, muñecas, rodillas y pies.
  • Rigidez matutina: puede mejorar con el embarazo, pero algunas mujeres siguen sintiéndola.
  • Hinchazón y enrojecimiento en las articulaciones inflamadas.
  • Fatiga extrema: puede ser difícil diferenciar entre la fatiga del embarazo y la causada por la artritis.
  • Limitación de movimiento en articulaciones afectadas.
  • Baja energía y debilidad muscular.

Síntomas de lupus eritematoso sistémico durante el embarazo:

  • Fatiga extrema (más intensa que la del embarazo normal).
  • Dolor e inflamación articular (similar a la artritis).
  • Erupción en forma de mariposa en la cara o erupciones en otras áreas expuestas al sol.
  • Fiebre sin infección aparente.
  • Caída del cabello más pronunciada de lo normal.
  • Úlceras en la boca o nariz.
  • Dolor torácico al respirar profundamente (por inflamación de la pleura o pericardio).
  • Hinchazón en manos, pies o cara (puede indicar afectación renal o preeclampsia).
  • Dificultad para respirar o sensación de opresión en el pecho.

Síntomas de enfermedad celiaca durante el embarazo:

  • Diarrea crónica o intermitente.
  • Estreñimiento severo.
  • Náuseas y vómitos (más intensos de lo normal en el embarazo).
  • Dolor e hinchazón abdominal.
  • Fatiga extrema debido a mala absorción de hierro y vitamina B12.
  • Anemia (falta de hierro y ácido fólico), que puede causar debilidad, palpitaciones y mareos.
  • Caída del cabello más pronunciada de lo normal.
  • Dolores óseos y musculares por deficiencia de calcio y vitamina D.
  • Moretones con facilidad por déficit de vitamina K.
  • Bajo aumento de peso en la madre.
  • Retraso en el crecimiento fetal (si la mala absorción es significativa).
  • Infertilidad o abortos espontáneos recurrentes en mujeres con celiaquía no tratada.

¿Cómo se pueden prevenir?

Las enfermedades autoinmunes no siempre se pueden prevenir, ya que tienen una base genética y están influenciadas por factores ambientales y hormonales. Sin embargo, hay recomendaciones para reducir el riesgo de desarrollar o exacerbar una enfermedad autoinmune durante el embarazo.

  • Chequeo preconcepcional: consultar con un reumatólogo o especialista en enfermedades autoinmunes antes de concebir.
  • Control de enfermedad autoinmune: es importante esperar a que la enfermedad esté controlada por, al menos, seis meses antes del embarazo.
  • Tratamiento: ajustar los medicamentos a opciones seguras para el embarazo.
  • Controles prenatales: es importante consultar con gineco-obstetras especializados en embarazos de alto riesgo si hay antecedentes de autoinmunidad.
  • Mantener una dieta antiinflamatoria: rica en frutas, verduras, omega-3 (pescado, linaza) y antioxidantes.
  • Mantener niveles adecuados de vitamina D y hierro: ambos son fundamentales para el sistema inmunológico.
  • Realizar ejercicio moderado: caminar, nadar o hacer pilates para mejorar la circulación y reducir la inflamación.
  • Dormir bien: el descanso adecuado fortalece el sistema inmunológico.
  • Mantener las vacunas al día: esto permite prevenir influenza, COVID-19, hepatitis B, entre otros cuadros.

¿Cómo se diagnostican?

El diagnóstico de las enfermedades autoinmunes durante el embarazo se realiza sobre la base de una evaluación médica y exámenes complementarios, ya que algunos síntomas pueden solaparse con los cambios normales del embarazo, como la hinchazón o el dolor articular.

Diagnóstico de artritis reumatoide:

  • Chequeo médico: el especialista evalúa los síntomas y antecedentes médicos; también indaga en la presencia de síntomas.
  • Exámenes de sangre: entre los estudios más comunes se indican factor reumatoide (FR), anticuerpos anti-CCP; velocidad de sedimentación globular (VSG) y proteína C reactiva (PCR); y hemograma completo.
  • Pruebas de función articular: son clave para identificar los síntomas característicos de la artritis reumatoide.
  • Exámenes de imágenes: en algunos casos se indican radiografías, ecografía articular y resonancia magnética.

Diagnóstico de lupus eritematoso sistémico:

  • Chequeo médico: el especialista evalúa los síntomas y antecedentes médicos; también indaga en la presencia de síntomas.
  • Exámenes de sangre: entre los más solicitados están los exámenes de anticuerpos antinucleares (ANA); anticuerpos anti-DNA de doble cadena (anti-dsDNA); anticuerpos anti-Sm (anti-Smith); anticuerpos anti-Ro (SSA) y anti-La (SSB); proteína C reactiva (PCR) y velocidad de sedimentación globular (VSG); y complemento C3 y C4.
  • Pruebas de función orgánica: estas corresponden a pruebas de función renal, función hepática, exámenes cardiacos y pruebas pulmonares.
  • Exámenes de imágenes: en algunos casos se indican ecografía doppler y ecografía fetal.

Diagnóstico de enfermedad celiaca:

  • Chequeo médico: el especialista evalúa los síntomas y antecedentes médicos; también indaga en la presencia de síntomas.
  • Pruebas serológicas: corresponden a exámenes de sangre de anticuerpos antitransglutaminasa tisular (tTG-IgA); anticuerpos anti-endomisio (EMA); anticuerpos de gliadina (AGA); y anticuerpos anti-péptidos de reticulina.
  • Procedimientos: si las pruebas de sangre son positivas, el siguiente paso en el diagnóstico definitivo es realizar una biopsia intestinal, a través de una endoscopía.
  • Pruebas de función nutricional: estas consideran pruebas de hierro, de calcio y de vitamina D.
  • Diagnóstico diferencial: es importante excluir otras afecciones con síntomas similares, como síndrome de intestino irritable,, infecciones gastrointestinales, trastornos inflamatorios del intestino (como la enfermedad de Crohn) o desórdenes hormonales relacionados con el embarazo, que pueden causar síntomas gastrointestinales similares.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento depende de la enfermedad autoinmune. Por ejemplo:

Para la artritis reumatoide, el tratamiento incluye:

  • Uso de paracetamol (acetaminofén): analgésico de elección para aliviar el dolor. Es seguro y generalmente bien tolerado durante el embarazo.
  • Uso de corticoides: estos pueden ser utilizados en dosis bajas para controlar la inflamación y reducir los brotes.
  • Kinesiología: es útil para mejorar la movilidad articular y reducir el dolor.
  • Reposo y cuidado de las articulaciones: en momentos de brotes o dolor intenso, es importante descansar las articulaciones afectadas para evitar lesiones adicionales.
  • Calor o frío local: aplicar compresas calientes o frías en las articulaciones inflamadas puede aliviar el dolor y la inflamación.

Para el lupus eritematoso sistémico el tratamiento considera:

  • Hidroxicloroquina: este medicamento es uno de los pilares del tratamiento en lupus y es seguro durante el embarazo; ayuda a controlar la actividad de la enfermedad, reducir los brotes y también puede disminuir el riesgo de complicaciones como la preeclampsia y la restricción del crecimiento fetal.
  • Corticoides: estos pueden ser necesarios para controlar los brotes de lupus.
  • Aspirina en bajas dosis: en algunas mujeres con lupus, especialmente aquellas con anticuerpos antiphospholipid (que pueden aumentar el riesgo de coágulos), se puede recomendar aspirina a bajas dosis para prevenir complicaciones como preeclampsia y restricción del crecimiento fetal.
  • Descanso y control del estrés: es importante que las mujeres embarazadas con lupus gestionen el estrés, realicen ejercicio moderado y mantengan una rutina de descanso adecuada.
  • Dieta saludable: mantener una dieta equilibrada rica en nutrientes es esencial durante el embarazo, especialmente para prevenir deficiencias que puedan surgir debido al lupus o los medicamentos.
  • Protección solar: las mujeres con lupus tienen mayor sensibilidad al sol, por lo que es fundamental proteger la piel de la exposición solar para evitar erupciones cutáneas.

Para la enfermedad celiaca, el tratamiento corresponde a:

  • Evitar todos los alimentos que contienen gluten: principalmente, se trata de evitar alimentos como pan, pasta, galletas, cereales, pasteles, etc., que contengan trigo, cebada, centeno y sus derivados.
  • Suplemento de ácido fólico: es esencial durante el embarazo, y las mujeres con enfermedad celiaca tienen un mayor riesgo de deficiencia.
  • Suplemento de hierro: la deficiencia de hierro (anemia) es común en personas con enfermedad celiaca, por lo que se recomienda tomar suplementos de hierro.
  • Suplemento de calcio y vitamina D: las personas con enfermedad celiaca pueden tener una absorción reducida de calcio y vitamina D, lo que aumenta el riesgo de osteoporosis. El calcio y la vitamina D son fundamentales para el desarrollo óseo del bebé y la salud ósea de la madre.

¿Qué esperar del tratamiento?

Si bien el tipo de tratamiento varía según la enfermedad, las expectativas se centran principalmente en reducir los síntomas y proteger la vida de la madre y su hijo.

  • En el caso de la artritis reumatoide:
    • Reducir el dolor, la inflamación y mejorar la función articular.
    • Evitar brotes graves de artritis reumatoide que puedan afectar la salud materna y fetal.
  • En el caso de lupus:
    • Evitar brotes de la enfermedad, ya que un brote activo puede aumentar el riesgo de complicaciones tanto para la madre como para el bebé.
    • Minimizar el uso de medicamentos peligrosos para el embarazo.
  • Si se trata de enfermedad celiaca:
    • Evitar la inflamación intestinal y la malabsorción de nutrientes.

¿Dónde lo tratamos?

Estos son los servicios de nuestra Clínica que tratan este problema:

Medicina Materno-Fetal

Entregamos atención personalizada a cada paciente, considerando posibles factores de riesgo, para determinar un esquema de controles prenatales que permitan prevenir y detectar de manera precoz complicaciones, abordando también las necesidades de cada madre y su hijo.

Programa de Apoyo al Embarazo de Alto Riesgo

Disponemos de subespecialistas en las diferentes patologías fetales, para ofrecer una atención integral a las embarazadas de alto riesgo o con diagnóstico de malformaciones en el niño. Cuenta con un equipo multidisciplinario, moderna tecnología y todo lo necesario para el estudio y tratamiento de las complicaciones del embarazo y la realización de cirugías intrauterinas.

Unidad de Ginecología y Obstetricia

Buscamos entregar una atención integral a la mujer en la etapa del embarazo (gestación, parto y puerperio). Esta unidad está capacitada para establecer un acabado diagnóstico prenatal y controlar los embarazos de alto riesgo.

Equipo médico

Dr. Horacio Figueroa Diesel

Ginecología y Obstetricia - Medicina Materno Fetal

Ver perfil

Dr. Sebastián Illanes López

Ginecología y Obstetricia- Medicina Materno Fetal

Ver perfil

Dr. Enrique Oyarzún Ebensperger

Ginecología y Obstetricia - Medicina Materno Fetal

Ver perfil

Dr. Masami Yamamoto Cortés

Ginecología y Obstetricia - Medicina Materno Fetal

Ver perfil

Dr. Arturo Soldati Ogueta

Ginecología y Obstetricia- Medicina Materno Fetal

Ver perfil

Dra. María Andrea Espinel Roncancio

Ginecología y Obstetricia

Ver perfil
VER TODOS ver todos los glosarios

Comparte

icono whatsapp icono facebook icono twitter
Reserva de hora