Actualización al 2021
El endometrio es el tejido que recubre el útero por dentro y descama todos los meses con la menstruación. En algunas ocasiones, este crece fuera de la cavidad uterina, principalmente sobre los ovarios, trompas de Falopio y resto de las estructuras de la pelvis, tales como vejiga, uréteres, superficie del intestino y colon, determinando en todos estos casos el cuadro clínico propio de la endometriosis.
Este tejido, a pesar de estar fuera del útero, actúa tal como si estuviera dentro, es decir, cada mes se engruesa y sangra de acuerdo al ciclo menstrual, pudiendo formar quistes, irritarse y, a veces, desarrollar tejido cicatricial y adherencias que pueden afectar el funcionamiento de los órganos involucrados.
Se estima que el 15% de las mujeres en edad reproductiva pueden tener algún grado de endometriosis.
El síntoma principal de la endometriosis es el dolor pélvico variable en intensidad, relacionado generalmente, con la menstruación.
Los síntomas habituales de la endometriosis son:
- Dismenorrea: Períodos menstruales dolorosos. Este dolor se ubica en la parte baja del abdomen (bajo el ombligo) y las molestias pueden durar muchos días (antes y durante el sangrado). A veces el dolor se puede irradiar a la región lumbar y hacia los muslos.
- Sangrado excesivo.
- Dolor al tener relaciones sexuales (dispareunia).
- Infertilidad.
- Dolor al defecar o al orinar.
- Diarrea.
- Sangrado al defecar.
La severidad de los síntomas no esta relacionado a la extensión de la enfermedad. En ocasiones, hay pacientes muy sintomáticas y con poca enfermedad o viceversa.
Existen varias teorías que podrían explicar su inicio. Entre ellas, la más probable, es la menstruación retrograda. Parte del tejido endometrial refluye por las trompas hacia la cavidad pelviana en forma normal en todas las mujeres. En aquellas pacientes con endometriosis, por razones no claramente conocidas, este tejido en vez de reabsorberse se implanta sobre los distintos órganos de la pelvis, produciendo la sintomatología antes descrita.
Existen otras teorías que establecen que esta enfermedad se produce por alteración del sistema inmune o por arrastre mecánico o vascular.
El diagnostico de endometriosis es por sospecha clínica, lo que se puede saber en la consulta con el ginecólogo.
Existen imágenes que pueden ayudar al diagnóstico, como: ecografía transvaginal y resonancia nuclear magnética.
El diagnóstico de certeza se realiza con una intervención quirúrgica llamada laparoscopía, procedimiento con el cual es posible mirar dentro de la cavidad pélvica con una cámara de televisión. Esta laparoscopía se reserva solamente para aquellos casos donde el tratamiento conservador falla.
La endometriosis puede ser tratada de forma conservadora o quirúrgica.
- Analgésicos: su consumo está indicado para aliviar el dolor menstrual.
- Terapia hormonal: su objetivo es retardar el crecimiento del tejido endometrial, así se reduce el dolor.
- Cirugía: se trata de un procedimiento laparoscópico con el cual se extirpa el tejido endometrial que está fuera de la cavidad uterina. Este es un tratamiento efectivo, sin embargo, a pesar de realizar una cirugía completa (resección de todos los focos de endometriosis), en un 30% de los casos la enfermedad puede reaparecer.