Actualización al 2023
Los coronavirus corresponden a una familia de virus que pueden causar diversos tipos de infecciones respiratorias, desde un resfriado común hasta cuadros más graves como neumonía u otros tipos de enfermedad respiratoria aguda.
El coronavirus causante de la actual pandemia fue detectado por primera vez en diciembre del año 2019 en la ciudad de Wuhan, en China, y se ha denominado SARS-CoV2. La enfermedad que este agente produce se llama Covid-19.
La enfermedad del Coronavirus Covid-19 suele presentarse con:
- Odinofagia (dolor al tragar)
- Cefalea
- Tos
- Dolores musculares (mialgia)
- Fiebre baja (37,8ºC)
Otros síntomas menos frecuentes:
- Anosmia (pérdida de olfato)
- Ageusia (pérdida de gusto)
- Disnea (dificultad respiratoria)
- Diarrea
- Dolor torácico
- Dolor abdominal
Las manifestaciones en general son leves y comienzan de forma gradual. Sin embargo, una de cada seis personas, sobre todo quienes tienen patologías crónicas o respiratorias, pueden evolucionar a un cuadro grave que involucra:
- Fiebre alta (sobre 38°C)
- Dificultad para respirar
- Falla respiratoria
- Tromboembolismo pulmonar o de otros órganos
Los síntomas de Covid-19 pueden comenzar entre los días 2 y 5 luego de haber estado en contacto con alguien infectado, siendo más habitual alrededor del segundo día.
En algunas personas, las consecuencias del Covid-19 puede durar meses, por lo que requieren tratamientos extensos y rehabilitación. A esto se le denomina “Long Covid” y se caracteriza por fatiga, tos, dolor de cabeza, molestias articulares, olvidos, confusión, agotamiento mental, entre otros.
Se transmite de persona a persona, principalmente por grandes gotas respiratorias al toser y estornudar. Además, el virus se aeroliza en el ambiente, por lo que se pueden producir contagios en ambientes cerrados aun manteniendo distancia.
Por esto, es necesario ventilar bien los espacios, realizar una correcta higiene de manos y, si se tiene síntomas respiratorios o se estuvo con alguien contagiado, avisar, usar mascarilla y evitar el contacto con otras personas.
El tratamiento consiste en tratar los síntomas y ofrecer soporte de hospitalización y cuidados intensivos en los casos más graves.
Si bien hay terapias específicas, algunas de ellas aún están en etapa de investigación. Por ahora, la mejor forma de prevenirlo son las vacunas.
- Lavarse las manos frecuentemente.
- Uso habitual de alcohol gel cuando no se puede lavar las manos con agua y jabón.
- Evitar estar en contacto con una persona con síntomas respiratorios. De hacerlo, mantenerse a más de un metro de distancia y siempre usando mascarilla.
- Usar la mascarilla de forma obligatoria en los lugares establecidos, como los centros de salud.
- Al estornudar o toser, cubrirse la boca y nariz con un pañuelo desechable o con el antebrazo, no con la mano.
- Respetar las restricciones impuestas por la autoridad sanitaria.
- Recibir las vacunas y sus refuerzos, de acuerdo con las indicaciones de la autoridad sanitaria.
Enfermedades Respitatorias Adulto - Endoscopía Respiratoria Adulto
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