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Cirrosis

Actualización al 2023

Podemos definir la cirrosis como una etapa avanzada del daño hepático caracterizada por la formación de tejido cicatricial en el hígado. A medida que este intenta curarse de las lesiones repetidas, se desarrolla tejido cicatricial que puede afectar negativamente su funcionamiento normal.

En etapas compensadas, puede ser una enfermedad asintomática durante años. No obstante, puede progresar a una fase descompensada con aparición de síntomas y complicaciones. Entre estas últimas podemos mencionar aparición de várices, riesgo de sangrado digestivo, acumulación de líquido abdominal (ascitis) y cáncer hepático.

En Clínica Universidad de los Andes contamos con médicos gastroenterólogos y hepatólogos, especialistas en el diagnóstico, seguimiento y tratamiento de enfermedades del hígado.

¿Qué causa la cirrosis?

Los principales motivos de desarrollo de cirrosis son:

  • Consumo excesivo de alcohol.
  • Hepatitis crónica: Las infecciones crónicas con virus de la hepatitis B, C o D son una causa significativa de cirrosis. Estos virus pueden provocar inflamación persistente en el hígado.
  • Enfermedad de hígado graso no alcohólico: La acumulación de grasa en el hígado, que puede estar relacionada con la obesidad y la resistencia a la insulina, puede evolucionar hacia la cirrosis en algunos casos.
  • Enfermedades autoinmunes: Patologías como la hepatitis autoinmune y la colangitis esclerosante primaria pueden desencadenar respuestas inmunológicas que dañan el hígado.

¿Cuáles son los factores de riesgo de desarrollar cirrosis?

Los factores de riesgo para desarrollar la enfermedad pueden estar relacionados con diferentes comportamientos, condiciones médicas o factores genéticos. Entre ellos podemos mencionar:

  • Consumo excesivo de alcohol.
  • Hepatitis B, C o D.
  • Enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA).
  • Enfermedades autoinmunes del hígado.
  • Hemocromatosis y enfermedad de Wilson
  • Consumo de medicamentos y sustancias tóxicas.
  • Insuficiencia cardiaca congestiva.
  • Edad y sexo (la edad avanzada y el sexo masculino se han asociado con un mayor riesgo de cirrosis en algunos casos).
  • Factores metabólicos (obesidad, diabetes y resistencia a la insulina).
  • Antecedentes familiares de enfermedades hepáticas.

¿Cuáles son los síntomas de la cirrosis?

Entre sus manifestaciones más comunes podemos mencionar:

  • Acumulación de líquidos en el abdomen (ascitis)
  • Confusión, cambios de personalidad o dificultades en la concentración (encefalopatía hepática).
  • Pérdida de peso significativa
  • Hemorragias nasales y facilidad para hematomas
  • Coloración de arañas vasculares
  • Ictericia
  • Sangrado gastrointestinal
  • Mayor sensibilidad a medicamentos

¿Cómo se pueden prevenir la cirrosis?

La prevención implica adoptar hábitos de vida saludables y evitar factores de riesgo conocidos. Algunas recomendaciones son:

  • Moderar el consumo de alcohol
  • Mantener un peso saludable
  • Evitar el consumo de sustancias tóxicas
  • Vacunarse contra la hepatitis
  • Mantener controladas las enfermedades crónicas
  • Evitar el uso indiscriminado de medicamentos
  • Realizar chequeos médicos regulares
  • Consumir una dieta balanceada
  • Conocer y gestionar los factores de riesgo

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de esta condición implica una evaluación médica completa que puede incluir una variedad de exámenes y procedimientos:

  • Historia clínica y examen físico.
  • Exámenes de sangre: su foco es analizar la función hepática y detectar la presencia de enzimas hepáticas, marcadores virales y otros indicadores de daño hepático.
  • Exámenes de imágenes: ecografía abdominal, la tomografía computarizada (TAC o scanner) y la resonancia magnética (RM) permiten detectar cambios en el tamaño, forma o estructura del hígado.
  • Elastografía hepática: Esta técnica mide la rigidez del hígado, que puede aumentar con la cirrosis. Se realiza a menudo junto con la ecografía.
  • Biopsia: En algunos casos, puede ser necesaria una biopsia hepática para obtener una muestra de tejido del hígado para su análisis microscópico. Esto ayuda a determinar la presencia y gravedad de la cirrosis.
  • Endoscopía: Este procedimiento puede realizarse para evaluar la presencia de várices esofágicas, que son venas dilatadas en el esófago, un signo de hipertensión portal asociada con cirrosis.
  • Evaluación de enfermedades autoinmunes: Si se sospecha una enfermedad autoinmune, se pueden realizar pruebas específicas, como anticuerpos antinucleares (ANA) o anticuerpos antimitocondriales (AMA).

¿Cuál es el tratamiento de la cirrosis?

El tratamiento depende de la causa subyacente y de la gravedad de la enfermedad. Algunos enfoques generales de tratamiento son:

  • Manejo de la causa subyacente: Si la cirrosis es consecuencia del alcoholismo, se requerirá la abstinencia de alcohol.
  • Estilo de vida saludable: Adoptar un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y abstenerse del consumo de alcohol, puede ayudar a mejorar la salud hepática y prevenir la progresión del daño.
  • Medicamentos: En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para controlar síntomas específicos o tratar enfermedades subyacentes. Por ejemplo, en la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA), se pueden utilizar medicamentos para controlar la diabetes o reducir los niveles de grasa en el hígado.
  • Tratamiento de complicaciones: En la cirrosis pueden surgir complicaciones como ascitis (acumulación de líquido en el abdomen), várices esofágicas o encefalopatía hepática. El tratamiento puede incluir diuréticos para la ascitis, procedimientos para tratar várices esofágicas y medicamentos para controlar la encefalopatía.
  • Cirugía y procedimientos: En algunos casos, se pueden considerar procedimientos quirúrgicos o intervencionistas. Por ejemplo, la ligadura de várices esofágicas o la colocación de stents pueden ser opciones para prevenir el sangrado en pacientes con cirrosis.
  • Trasplante de hígado: En casos avanzados de cirrosis, cuando el hígado ya no puede funcionar adecuadamente, el trasplante de hígado puede ser la única opción de tratamiento. Durante un trasplante, el hígado enfermo se reemplaza por uno sano de un donante.
  • Seguimiento médico continuo: Es crucial tener un seguimiento médico continuo para monitorear la progresión de la enfermedad, ajustar el tratamiento según sea necesario y abordar cualquier nueva complicación que pueda surgir.
  • Abordaje multidisciplinario: es importante contar con un equipo multidisciplinario que puede incluir hepatólogos, gastroenterólogos, nutricionistas y otros profesionales de la salud.

¿Qué esperar del tratamiento?

Se debe destacar que el éxito del tratamiento puede variar según la causa y la gravedad del daño hepático, así como la respuesta individual del paciente. Además, algunas formas de daño hepático pueden ser irreversibles, y el objetivo del tratamiento puede ser ralentizar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente.

Por ejemplo, se puede utilizar medicación para controlar los síntomas asociados con el daño hepático, como la fatiga y la ascitis (acumulación de líquido en el abdomen).

¿Dónde lo tratamos?

 

Programa multidisciplinario que cuenta con especialistas en hepatología, radiología, cirugía digestiva y hepatobiliar, nutriología, nutrición, diabetología, medicina del deporte, abocados al diagnóstico, tratamiento y seguimiento de enfermedades hepáticas.

Nuestro servicio de Endoscopía realiza una amplia gama de procedimientos diagnósticos y terapéuticos, con los más altos estándares de calidad y de servicio, pues buscamos ofrecer la mejor atención médica y, al mismo tiempo, entregar al paciente el trato humano y el acompañamiento que necesita para sentirse tranquilo y acogido durante su atención.

El centro cuenta con médicos gastroenterólogos, cirujanos digestivos, cirujanos endoscopistas, especialistas en enfermedades respiratorias (broncopulmonares), ginecólogos obstetras y urólogos, quienes, junto a un completo equipo de enfermeras y técnicos en enfermería altamente entrenados.

Equipo médico

Dra. Nidia Fabiola Castro Preter

Gastroenterología - Hepatología - Endoscopía Digestiva Adulto

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Dra. Lorena Castro Solari

Gastroenterología Adulto - Hepatología

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Dr. Gabriel Mezzano Puentes

Gastroenterología - Hepatología - Endoscopía Digestiva Adulto

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Dr. Alex Escalona Pérez

Cirugía General – Cirugía Digestiva – Endoscopía Digestiva

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Dr. Jorge León Celsi

Cirugía General – Cirugía Digestiva

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Dr. Enrique Lanzarini Sobrevía

Cirugía General – Cirugía Digestiva - Endoscopía Digestiva

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Dr. Nicolás Devaud Jaureguiberry

Cirugía General - Cirugía Digestiva

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Dr. Alexandre Sauré Maritano

Cirugía Digestiva - Cirugía General

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Dr. Álvaro Contreras Sepúlveda

Diabetología - Nutriología Adulto - Tecnologías y Bomba de insulina - Diabetes gestacional

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Dra. Lia Miranda Assef

Diabetología

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Dr. Aníbal Donoso Henríquez

Diabetología - Nutriología Adulto

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Camilla Valdatta Gómez

Nutricionista - Centro de Enfermedades Digestivas

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