Cálculos biliares o colelitiasis

¿Qué tipos de cálculos biliares existen?

Los cálculos de la vesícula se agrupan en:

• Cálculos de colesterol: son los más comunes y están formados principalmente por colesterol no disuelto.
• Cálculos pigmentarios: son más pequeños y oscuros, compuestos principalmente de bilirrubina, un subproducto de la descomposición de los glóbulos rojos. Este tipo es más común es personas con anemias hemolíticas.

¿Cuál es la causa de los cálculos biliares?

Los cálculos biliares se forman debido al desequilibrio de los componentes de la bilis. Las causas específicas pueden variar, pero se identifican varios factores que contribuyen a la formación de cálculos biliares:

• Exceso de colesterol en la bilis: normalmente, la bilis contiene suficientes sustancias químicas para disolver el colesterol excretado por el hígado. Sin embargo, si el hígado excreta más colesterol del que la bilis puede disolver, el exceso de colesterol puede cristalizar y formar cálculos.
• Exceso de bilirrubina: la bilirrubina es una sustancia química producida cuando el cuerpo descompone los glóbulos rojos. Algunas condiciones, como la cirrosis hepática, infecciones del tracto biliar y ciertos trastornos sanguíneos, hacen que el hígado produzca demasiada bilirrubina, lo que puede contribuir a la formación de cálculos pigmentarios.
• Concentración insuficiente de bilis: si la vesícula biliar no se vacía completamente o con la frecuencia suficiente, la bilis se concentra más, lo que favorece la formación de cálculos.

¿Cuáles son los factores de riesgo de desarrollar colelitiasis?

Entre los factores de riesgo podemos mencionar:

• Sexo: las mujeres tienen un mayor riesgo de desarrollar cálculos biliares debido a los efectos de los estrógenos, que pueden aumentar los niveles de colesterol en la bilis y disminuir el movimiento de la vesícula biliar.
• Edad: el riesgo aumenta con los años.
• Historia familiar: tener antecedentes familiares de cálculos biliares aumenta el riesgo.
• Peso corporal: la obesidad y el sobrepeso están asociados con niveles más altos de colesterol en la bilis.
• Dieta: corresponde a una alimentación alta en grasas y colesterol, y baja en fibra.
• Ayunos largos durante el día.
• Pérdida rápida de peso: se refiere a las dietas extremadamente bajas en calorías y la pérdida rápida de peso.
• Diabetes: las personas con diabetes suelen tener altos niveles de ácidos grasos llamados triglicéridos, lo que puede contribuir a la formación de cálculos biliares.
• Condiciones médicas: se refiere a algunas condiciones como el síndrome metabólico y ciertos trastornos hematológicos.

¿Cuáles son sus síntomas?

Los síntomas de los cálculos biliares pueden variar según el tamaño de los cálculos y si causan obstrucción en los conductos biliares. Muchas personas con cálculos biliares no presentan síntomas y no saben que los tienen hasta que se detectan en estudios de imagen realizados por otras razones. Sin embargo, cuando los cálculos causan problemas, los síntomas pueden ser bastante específicos. Los principales incluyen:

• Dolor abdominal intenso (cólico biliar): afecta a la parte superior del abdomen, que se puede o no irradiar a la derecha por debajo de las costillas, también puede irradiarse hacia el hombro derecho o la espalda. Puede durar desde varios minutos hasta varias horas y, a veces, ocurre después de comer alimentos grasos.
• Náuseas y vómitos: estos síntomas suelen acompañar al dolor abdominal.
• Indigestión y gases: sensación de plenitud abdominal, eructos frecuentes y flatulencia.
• Ictericia: coloración amarillenta de la piel y los ojos, que puede ocurrir si un cálculo biliar bloquea el conducto biliar.
• Orina oscura y heces de color claro: estos síntomas pueden aparecer debido a una obstrucción del conducto biliar.
• Fiebre y escalofríos: si se desarrolla una infección en la vesícula biliar (colecistitis), estos síntomas pueden acompañar al dolor abdominal.

¿Cómo se pueden prevenir?

Prevenir la colelitiasis implica adoptar hábitos y cambios en el estilo de vida que pueden reducir el riesgo de formación de cálculos biliares. Algunas recomendaciones son:

• Mantener un peso saludable.
• Perder peso gradualmente; la pérdida de peso rápida puede aumentar el riesgo de cálculos biliares.
• Consumir una dieta rica en fibra, incluyendo frutas, verduras, y cereales integrales.
• Limitar el consumo de grasas saturadas y trans.
• Evitar dietas muy bajas en calorías.
• Incluir grasas saludables en la dieta, como las que se encuentran en el aceite de oliva y los pescados grasos.
• Realizar actividad física moderada regularmente, al menos, 150 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada a la semana.
• Manejar adecuadamente condiciones como la diabetes y la dislipidemia.
• Evitar ayunos prolongados.

¿Cómo se diagnostican los cálculos biliares?

El diagnóstico de los cálculos biliares es una combinación de evaluación médica y exámenes de imágenes y laboratorio.

• Evaluación médica: el especialista recopila información sobre los síntomas y antecedentes médicos; además, puede palpar el abdomen para detectar sensibilidad o inflamación.
• Pruebas de laboratorio: en estos casos, corresponden a exámenes de función hepática, hemograma y amilasa y lipasa (función pancreática).
• Exámenes de imágenes: se solicita una ecografía abdominal para detectar cálculos biliares y evaluar el estado de la vesícula biliar. En algunos casos, se puede indicar una resonancia nuclear magnética de abdomen + colangiografía, cuando la ecografía no es concluyente o si hay sospecha de complicaciones.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento para los cálculos biliares puede variar según los síntomas, la ubicación de los cálculos y la presencia de complicaciones. Entre las alternativas de tratamiento más comunes se mencionan:

Tratamientos no quirúrgicos:

• Medicamentos: fármacos como el ácido ursodesoxicólico pueden disolver los cálculos biliares de colesterol. Este tratamiento puede llevar meses o años y no es efectivo para todos los tipos de cálculos ni para todos los pacientes.

  Para aliviar el dolor y la inflamación en episodios agudos se indican analgésicos, antiespasmódicos y antinflamatorios.

• Litotricia extracorpórea por ondas de choque: este procedimiento utiliza ondas de choque para fragmentar los cálculos biliares en pedazos más pequeños que pueden ser expulsados del cuerpo a través de la bilis. Es menos común y generalmente se utiliza en casos seleccionados.

Tratamientos quirúrgicos:

• Colecistectomía laparoscópica: es el tratamiento estándar para los cálculos biliares sintomáticos. Este procedimiento mínimamente invasivo implica la extracción de la vesícula biliar a través de pequeñas incisiones en el abdomen. Los pacientes suelen recuperarse rápidamente y experimentar menos dolor postoperatorio en comparación con la cirugía abierta.
• Colecistectomía laparoscópica transumbilical: se utiliza un solo puerto de trabajo. Esto permite no dejar cicatrices en la pared abdominal.
• Colecistectomía abierta: es menos común y se reserva para casos en los que la laparoscopía no es posible, como en situaciones de inflamación severa, infecciones graves o complicaciones anatómicas.
• Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica: se utiliza para eliminar cálculos en los conductos biliares. Se introduce un endoscopio a través de la boca hasta el duodeno y se usan herramientas especiales para extraer los cálculos. Este procedimiento puede realizarse antes o después de una colecistectomía si hay cálculos en los conductos biliares.

Tratamiento de complicaciones:

• Antibióticos: si hay infección, como en casos de colecistitis aguda, se administran antibióticos para tratar la infección antes de la cirugía.
• Drenaje percutáneo: en pacientes no aptos para cirugía inmediata, un drenaje percutáneo de la vesícula biliar puede aliviar la inflamación y la infección.

¿Dónde lo tratamos?

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El Servicio de Cirugía Digestiva comprende intervenciones de mediana y alta complejidad de enfermedades del sistema digestivo, para lo cual cuenta con un equipo médico especializado.

El enfoque multidisciplinario contribuye a que se pueda cumplir con estándares exigentes de calidad, para resguardar la seguridad y bienestar del paciente.

Clínica Universidad de los Andes cuenta con pabellones quirúrgicos altamente tecnologizados, entre los que se destacan los pabellones integrados que permiten el acceso en línea a la información de imágenes y laboratorio del paciente para facilitar la oportuna toma de decisiones.

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