Actualización al 2020
La angioplastía coronaria percutánea es una intervención quirúrgica endovascular, donde se dilata una arteria o vena estrecha, con el fin de restaurar el flujo sanguíneo obstruido, para abrir las arterias obstruidas del corazón.
Con respecto a la técnica que se utiliza, se introduce un catéter a través de una arteria, que puede ser femoral, radial o braquial, hasta localizar la arteria que se quiere tratar. Luego, se introduce a través de ese catéter una guía que se desliza a lo largo del vaso dañado, para colocar un balón que se infla lo necesario hasta que el flujo sanguíneo mejore. En la gran mayoría de los casos se implanta un stent para corregir el daño.
Este procedimiento es muy beneficioso, ya que mejora los síntomas que producen las arterias que están bloqueadas, como el dolor torácico y la dificultad para respirar. Esta intervención se utiliza en la mayoría de los casos en pacientes con ataque cardiaco, para abrir rápidamente una arteria bloqueada y reducir rápidamente el daño al corazón.
La angioplastía puede mejorar los síntomas de las arterias bloqueadas, como el dolor torácico y la dificultad para respirar. La angioplastía también se utiliza a menudo durante un ataque cardíaco para abrir rápidamente una arteria bloqueada y reducir la magnitud del daño al corazón.
CUÁNDO REALIZAR UNA ANGIOPLASTÍA
Se lleva a cabo debido a las siguientes patologías:
RIESGOS
Existen complicaciones asociadas como:
PREPARACIÓN
Antes de la intervención, lo más frecuente es que el especialista recomiende algunos exámenes de rutina como radiografía de tórax, electrocardiograma y exámenes de sangre. Complementariamente, podrá indicar medicamentos.
RECOMENDACIONES
Es importante mantener hábitos saludables para tener un corazón sano. Para eso, se recomienda: