Actualización al 2020
La anemia se define como la disminución de la concentración de hemoglobina por debajo de unos límites considerados normales para un determinado grupo de individuos de la misma edad, sexo y condiciones medioambientales. Se objetiva además por la disminución de los glóbulos rojos en la sangre.
Hablamos de un síndrome anémico, cuya observación es frecuente en la práctica clínica y su aparición obedece a múltiples causas.
- Cansancio o fatigabilidad fácil
- Palidez cutánea y mucosa
- Cefalea
- Alteraciones del sueño
- Trastornos menstruales
- Taquicardia (palpitaciones)
- Dificultad respiratoria (disnea en distintos grados)
- Insuficiencia de producción de glóbulos rojos debida a un defecto en la respuesta de la médula ósea para producirlos. Es secundaria a insuficiencia renal crónica, algunas enfermedades reumáticas, en la aplasia medular que es una patología muy específica e infrecuente, y en los casos en que la médula ósea es infiltrada por células de diversos orígenes.
- Defecto en la maduración de los glóbulos rojos, es decir, hay una producción ineficaz en la médula ósea.
- Aumento de la destrucción o pérdida de los glóbulos rojos en la circulación periférica, ya sea lenta o velozmente. Esto va a depender del mecanismo fisiopatológico: hemorragias, rotura dentro de los vasos sanguíneos, por enfermedades inmunológicas y de causa hereditaria (falla estructural en la formación de la hemoglobina).
El tratamiento dependerá del tipo de anemia:
Tratamiento médico: según tipo de anemia, puede incluir aporte de nutrientes (fierro, folatos, Vit B), inmunoterapia, transfusiones, etc.